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Javier Beirán
Miércoles, 17 de agosto 2016, 11:40
¡Qué partidazo el de la selección femenina ayer! Es cierto que, ya entrados en partido, llegó el sabor amargo de la derrota de nuestras chicas de balonmano frente a Francia, en un partido que se escapó en el último suspiro con un lanzamiento estrellado ... en la madera, pero el baloncesto nos pudo dar una enorme alegría en la tarde de ayer.
El partido no fue nada fácil. Tal y como avisaba el seleccionador Lucas Mondelo en la previa del partido, Turquía es un equipo muy táctico, que sabe leer muy bien y con jugadoras de un grandísimo nivel. A España le costó encontrar su ritmo y empezó por detrás en el marcador (12-17 al final del primer cuarto). En el segundo cuarto, consiguieron rehacerse y endosar un poderoso parcial que las puso por delante en el marcador.
El tercer cuarto fue una repetición de lo que ocurrió en el primero, Turquía impuso de nuevo una defensa muy sólida y España no supo encontrar las ventajas en ataque. Lara Sanders, la talentosa pivot turca, dominaba el partido, cargando de faltas a nuestras jugadoras. Por otro lado, España no acertaba desde el triple (solo uno convertido en todo el partido). En cuanto a nuestras máximas anotadoras a lo largo del campeonato, Anna Cruz y Alba Torrens, no conseguían sentirse cómodas. Ambas terminaron el tercer cuarto con cuatro puntos y bajos porcentajes de tiro.
Así empezaba el último cuarto, que siguió con un intercambio de canastas que favoreció a Turquía. A falta de 3:45 para el final, el marcador era de 52-60 y las opciones de España pasaban por apelar a la épica. Y así fue. Sin volverse locas, empezó Laura Nicholls (muy buen partido con 12 puntos y 10 rebotes) con un tiro a cinco metros y siguió Anna Cruz, avisando de que su momento en el partido no hacía más que empezar, con una de sus suspensiones características y una entrada. En defensa, Torrens se multiplicaba en el rebote y la envergadura de Ndour cambiaba los tiros cercanos de Turquía. Con un tiro a la media vuelta de Nicholls y un magistral step-back de Cruz, España se adelantaba 62-60 a falta de medio minuto. Sin embargo, una pérdida de balón cuando parecía que España se iba a hacer con la victoria, unido a una rápida transición turca puso el empate en el marcador con cuatro segundos por delante.
Fue entonces cuando Anna Cruz, de nuevo, se puso la capa de héroe, una capa que fue desempolvando durante todo el último cuarto (anotó 10 puntos en este periodo). Si hace poco más de un año convertía un dos más uno ganador en los cuartos de final del Europeo frente a Montenegro, en esta ocasión tenía la oportunidad de meter a España por primera vez en las semifinales de unos Juegos Olímpicos. Recibió en su propio campo, dio cuatro botes y cuando parecía que se le escapaba el balón, lanzó desequilibrada pisando la línea de tres puntos. Y el balón entró.
España se medirá a Serbia en semifinales, que dio la sorpresa frente a Australia, en un partido que se espera durísimo, pero al que llegan con mucha confianza y con la seguridad de que ya han hecho historia. ¡A por la final!
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