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r.C.
Martes, 16 de agosto 2016, 17:19
Los sacrificios que los Juegos Olímpicos exigen a los deportistas son conocidos. Como recuerda el medio digital «The Lad Bible», el nadador estadounidense Michae Phelps consume unas 10.000 calorías al día para mantenerse en forma y poder rendir al máximo en las competiciones.
Pero ... la otra cara de esa moneda ha sido publicada en las redes sociales por el jugador australiano de bádminton Sawan Serasinghe, que ha decidido celebrar el final de su intervención en el evento celebrado en Río de Janeiro con un festín de hamburguesas, patatas fritas y demás comida rápida.
«No puedo esperar para volver a casa y volver a entrenar y seguir mejorando. Solo quiero dar las gracias de nuevo a todo el mundo por el apoyo recibido en casa. Definitivamente me motiva para combatir duro en la pista cada día. ¡Ahora es el momento de comer algo de comida basura después de meses comiendo sano!», publicó el deportista en un mensaje enviado a la red social Facebook. En la fotografía, Serarsinghe aparece rodeado de hamburguesas y patatas fritas.
Serasinghe, que en el mismo mensaje también lamentó tener que abandonar ya la competición, parece que podrá consolarse con un festín que normalmente no está permitido para los deportistas de su categoría.
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