Las 'Guerreras' se derrumban

Las Guerreras no podrán repetir al menos la histórica medalla de bronce que conquistaron en Londres, después de caer con honor ante la poderosa Francia, a la que España no gana desde hace ya ocho años y a la que redujo en un grandisoso primer tiempo en el que dejó a su habitual pesadilla en sólo cinco goles. Sin embargo, España sepultó tan amplia diferencia en una segunda parte para olvidar, hasta que Francia, lanzada en la remontada, llevó en el último minuto y medio el choque a la prórroiga. El peso de la historia, ese que tantísimo acogota en las eliminatorias decisivas, y también el de las exclusiones, volvieron a afetar a la selección española, encumbrada en principio bajo la portería por Silvia Navarro, y también por una defensa magnífica, aunque desgraciadamente sólo en la primera mitad.

Cuesta abajo España, el público francés también relazó a su equipo y amedrentó a las Guerreras, a quienes no les valió el carácter para atisbar la gloria. En la eliminatoria a vida o muerte de cuartos sólo exhibió dureza defensiva ante la físicamente poderosa y complicadísima Francia en un tiempo. Y lo pagó. Jugó, como siempre, con mucho corazón, pero la cabeza se fue a otro sitio y no hubo continuidad. En el momento de la verdad perdió en el tramo final del partido la concentración, cuando Francia estaba obligada a dar un paso al frente, y lo dio, tras el descanso, después de los siete (12-5) a favor de las Guerreras en una primera mitad excelsa.

Liderada en ataque por Nerea Pena y custodiada en la meta por una guardameta que es pequeña pero enorme para sacar balones desde cualquier posición, España se engrandeció desde le pitido inicial. Y cuando peor empezó a estar la selección y mejor Francia, al comienzo de la segunda parte, Silvia Navarro levantó de sus asientos e hizo estallar a la afición del Arena do Futuro con paradas imposibles. Con 15-11 al filo del ecuador de la segunda parte (15-11) la guardameta valenciana ya llevaba 11 paradas.

Desesperó Silvia Navarro a las francesas, y de intentar rematarlas se encargó Nerea Pena, que una vez más llevó casi todo el peso ofensivo de España. Y fue insuficiente. Llegó a acercarse Francia a cuatro (14-10), y a tres (21-18), en el minuto 23, pero el trío Navarro-Pena-Martín se sentía confiado ante un rival que cuando España dio su recital en los primeros 30 minutos apenas pudo correr a la contra y se estrelló una y otra vez contra un muro defensivo. Y cuando logró superarlo, chocó contra una guardiana pletórica.

La también fantástica efectividad española al ataque en el primer tiempo (67% frente al 31% de Francia), consiguieron equilibrarlo, y superarlo con creces las galas, tras el intermedio, debido a que aumentaron su agresividad defensiva y provocaron las pérdidas de las Guerreras, a las que comenzó a temblarles la mano y a dudar cuando el choque se encaminaba hacia su resolución. Silvia Navarro seguía sin embargo a lo suyo y por ello la diferencia de las españolas, salvo a falta de un minuto y medio, cuando Francia se acercó a sólo uno (23-22), nunca pudo bajar hasta entonces de los dos tantos, porque cada ofensiva gala era frustrada por la portero española. En ataque también pegó un bajón importantísimo España, que ya no tuvo tanta fluidez ni dispuso de tantos espacios cuando el duelo se puso realmente vibrante, cuando cada balón valía oro. La expulsión de Eli Chávez a falta de un minuto cuando España ganaba por uno resultó determinante. Al igual que el penalti marcado por Francia a 30 segundos del final para mandar el encuentro a la prórroga, donde la madera se encargó de dar con crueldad el último golpe y hundir definitivamente a las Guerreras.