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Lunes, 15 de agosto 2016, 19:32
Se le hizo larguísima, la piscina de 50 metros más larga de su vida. A pesar de que ya había estado en el Mundial de Kazán, los 200 metros olímpicos fueron una de las aventuras más increíbles de su vida. Con 14 años, Kaya Adwoa ... Forson protagonizó uno de los capítulos destacados de estos Juegos de Río. Era la primera mujer que competía por Ghana, y la primera nadadora, en la historia de su país. Terminar en la posición 42 en su prueba, 200 metros libres, era solo un resultado. Su nombre en la lista de participantes, el oro.
Kaya es una torre de babel. Sus padres son canadienses, y allí nació ella en 2002. Su línea paterna la une con Ghana, y la materna, con Irlanda. Y desde hace dos años reside en Málaga. Un conglomerado de culturas que confluyó en el Centro Acuático de Río y una experiencia para toda la vida. Pero su camino hacia la historia no hubiera sido posible sin un español: Javier del Castillo, entrenador del Real Club Mediterráneo de Málaga que la acogió en sus clases y pulió su técnica para llevarla hasta sus primeros Juegos.
«Tuvimos problemas para que pudiera participar porque en Ghana, que las cosas están regular, no la consideraban de allí por estar en el extranjero», explica Del Castillo para este medio. En el desfile inaugural, once ghaneanos pasearon en el estadio de Maracaná y Kaya disfrutó de la experiencia como una más.
«Estuvo en el Mundial de Kazán, pero los Juegos son diferentes, no es comparable a nada. Estaba emocionada, era muy importante para ella convivir con Ghana y hacerlo bien. Ha mejorado dos segundos su marca y ha sido muy gratificante para ella», comenta el entrenador, que también asegura que la piscina le impresionó un poco. «Cuando entras por primera vez, desde abajo, y miras hacia arriba, a la grada, aunque esté vacía, impresiona. Fuimos entrenándonos un poco todos los días en la de competición para que se acostumbrara».
También Del Castillo ha vivido con emoción esta cita olímpica, la primera de su vida. «Ha sido una experiencia increíble, y me alegra muchísimo haber sido parte de esta historia, de su historia. Como entrenador solo intento ayudarla, el mérito es todo suyo. Pero estar aquí y compartir esta experiencia con ella es alucinante. No sé qué otra palabra usar». El director técnico del club malagueño vivió una experiencia parecida en 2011, en la Universiada de China, pero nada tan grande como esto. «Vivir una competición así desde dentro es increíble, muy especial. Esto es lo máximo. No hay palabras. Como decía un amigo: vivir unos Juegos te cambia la vida. Y es totalmente cierto».
Para ambos ha sido una experiencia por la que sonreirán mucho tiempo. Ella se cruzó en la piscina con sus ídolos, Michael Phelps, Missy Franklyn, Katie Ledecky, Florent Manaudou. «Le cambiaba la cara cuando los veía cerca». Él pudo aprender de los mejores para que sus alumnos tomen ahora nota de cómo se entrenan los mejores nadadores del mundo. «Yo he alucinado con todos. No solo cuando compiten, sino cuando calientan. Verlos nadar, ver qué hacen antes de lanzarse al agua, el comportamiento, la concentración. Solo por eso ya ha merecido la pena estar aquí. Es un aprendizaje único que intentaré transmitir a mis nadadores».
El mejor logro para Del Castillo, la historia de Ghana para Kaya. Juntos, haciendo historia en Río 2016.
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