Otro susto para Estados Unidos

El mal llamado 'dream team' abusó del tiro exterior, con 27 intentos de tiros de tres, de los que acertó una decena. Frente a la superioridad de Francia en el rebote (35 frente a 29) y la igualdad máxima en los lanzamientos de dos, los triples fueron el recurso que salvaron a Estados Unidos contra otro rival candidato al podio que les puso realmente a prueba. Es lo que tiene una selección de tanto potencial. Que aunque no sea capaz de ganar ningún cuarto con claridad e incluso sea superado en el definitivo por la defensa e intensidad de Francia, dispone de demasiadas armas para doblegar al enemigo.

También de muchos jugadores desequilibrantes, aunque Estados Unidos necesita dar un salto de juego colectivo y tener mayor continuidad. También precisa un nivel superior de algunas de sus grandes estrellas. Carmelo Anthony estuvo muy discreto y en el banquillo cuando tras el descanso los americanos explotaron su juego de contrataataque. Por suerte para Estados Unidos, dispone del siempre fiable Durant (erró un tiro libre, pero no tuvo un solo fallo a canasta), y Thompson fue el encargado de bombardear a un adversario que, a base de sacrificio de conjunto y de agresividad defensiva reprimió todo lo posible el juego ofensivo del adversario y estuvo dentro del partido hasta los últimos dos minutos (95-88).

Entonces, cuando Estados Unidos, incapaz de pegar un estirón, se vio presionado, los americanos sí que se pusieron serios, después de que en el primer tiempo los franceses ya les hubiesen avisado de su poderío interior, aunque desde fuera estuvieron negados (acabaron 5 de 19 triples para un errático 26%). Con De Colo y Heurtel, que se repartieron 36 puntos, pero curiosamente sólo acertaron cada uno un triple de cuatro intentos, no fue suficiente para Francia, aunque firmó un encuentro más que digno y no bajó los brazos hasta la bocina final.