Marina Alabau, durante la competición.
Vela

Decepción de Marina Alabau

La campeona olímpica de Londres, lejos de su mejor nivel, sólo pudo ser quinta en una prueba que acabó ganando la francesa Charline Picon

jon agiriano

Domingo, 14 de agosto 2016, 08:50

Era una de esas medallas que se daba por segura, pero Marina Alabau no ha terminado de ser ella misma en estos Juegos. Poco se ha visto en Río de la windsurfista que arrasó en las aguas de Weymouth hace cuatro años. De hecho, sólo ... ha sido capaz de imponerse en una de las doce regatas que ha disputado. Este domingo necesitaba una remontada en la Medal Race, pero las esperanzas se fueron desvaneciendo después de la primera boya, por la que la sevillana pasó en un tercer puesto que, de forma provisional, le situaba entonces en segunda posición. Al final, sin embargo, fue quinta, el mismo puesto que acabó ocupando en la clasificación general. El oro fue para la francesa Charline Picon, la plata para la china Peina Chen y el bronce para la rusa Stefania Elfutina. Las tres se estrenaban en un podio olímpico.

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El día amaneció soleado y con una brisa muy ligera. Iba a ser el típico domingo ideal que convierte las playas de Río de Janeiro, desde San Conrado hasta Flamengo, en un espectáculo digno de verse, una auténtica explosión de vida. Para Marina Alabau, sin embargo, amaneció muy nublado. Y así terminó también. Ya se sabe que los malentendidos, hasta los más pequeños, pueden provocar efectos catastróficos y ella estaba a punto de sufrirlo en sus carnes antes de la Medal Race. Uno de los medidores de material presentó el sábado por la noche un recurso contra ella por no haber dejado en el lugar debido su tabla y sus pertrechos de navegación.

Alabau aclaró enseguida que todo se había debido a una falta de entendimiento con una voluntaria, que le dio su visto bueno cuando dejó su material. Los jueces, sin embargo, suelen ser muy rigurosos cuando la reclamación viene de un colega. En general, suelen despacharlas rápido y dándole la razón. El domingo, en cambio, la reunión duró más de una hora. Todo la delegación española estuvo en vilo hasta que, a las diez de la mañana, llegó la buena noticia. La campeona podría defender su título en el campo de regatas de la Marina da Gloria.

Marina Alabau atendió entonces a los medios cuando ya supo que podía participar en la Medal Race y se mostró aliviada y optimista. «Ya estoy tranquila y me siento muy bien. Mi objetivo es ganar la Medal Race y luego que sea lo que tenga que ser», comentó. La sevillana no hizo cálculos en público, pero lo cierto es que ya estaban hechos. Una victoria le aseguraba matemáticamente la medalla de bronce. Que pudiera ser plata o incluso oro dependía de los resultados de las cinco windsurfistas que la superaban en la clasificación: la italiana Flavia Tartaglini y la rusa Stefania Elfutina, que iban las primeras empatadas con 55 puntos, la china Peina Chen, vencedora en las tres regatas de la última jornada, la francesa Charline Picon y la israelí Davidovich. Esta última fue la regatista que presentó una reclamación oficial y logró que los jueces acabaran relegando a la campeona olímpica de la tercera a la sexta posición de cara a la final. Ahí pudo perderse el podio.

La escasez de viento, entre cinco y seis nudos durante buena parte de la mañana, fue retrasando todas las regatas. La Medal Race masculina, en la que el alicantino Iván Pastor quedó segundo para terminar noveno en la general, empezó hora y media tarde. Lo mismo ocurrió con la regata de Alabau. En su inicio, los registros marcaban ocho nudos de un viento sur. Su primer largo, con el viento de proa y las cuatro tablas navegando bastante lentas, fue bueno. Pasó en tercera posición, a 16 segundos de la holandesa De Geus y a 10 de Charline Picon. Tras la virada, sin embargo, la campeona olímpica comenzó a ir peor. La china Peina Chen fue la que mejor aprovechó la velocidad que daba a las tablas el viento de popa y se colocó segunda.

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El cuarto puesto, pese a todo, le daba el bronce a Marina Alabau, que tenía el peligro por detrás. Y no podía verlo venir. La rusa Stefania Elfutina estaba protagonizando una gran remontada tras quedarse en la salida. Cuando se colocó sexta, dos fueron las damnificadas: la holandesa De Geus y la española, que no logró remontar en el último largo y acabó siendo superada también por la brasileña Freitas. Una gran decepción, en fin, para la campeona olímpica. Aunque llegó como una de las favoritas indiscutibles, lo cierto es que nunca ha terminado de dar su mejor nivel en el campo de regatas de la bahía de Guanabara.

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