Cruel despedida del hockey masculino

España se quedó fuera de la lucha por las medallas con una tremenda sensación de rabia, impotencia y desilusión. El trabajo de cuatro años y su magnífico rendimiento en Río, con victoria incluida ante la número uno del mundo, Australia, quedaron sepultados frente a Argentina por un penalti stroke a última hora. «Esto lo más injusto del mundo. Dos errores en 60 minutos nos han costado la victoria. Me duele mucho por los jugadores después de haber hecho un grandísimo partido y de un torneo increíble», reconoció el seleccionador español, el francés Fred Soyed, que esperaba a ver la repetición del stroke en vídeo y en caliente no quiso entrar en valoraciones arbitrales. «Si no ha sido stroke, duele aún mucho más, pero es una decisión del juego cuya interpretación de los árbitros puede ser distinta», apuntó el técnico de España, que prefirió destacar que la eliminatoria se decidió «por detalles».

Faltó acierto

«Sí. Al final son pequeños detalles. No hay que buscar excusas. Sabíamos que teníamos que luchar contra todo y que no nos iban a regalar nada», admitió el veterano David Alegre en alusión a los árbitros. «Este equipo se merecía una alegría y es un golpe superduro», lamentaba el jugador catalán, resumiendo el sentir de un vestuario hundido por la tristeza. «El equipo ha estado a la altura, pero el deporte es así de duro», insistía David Alegre, para quien, después de una primera parte de Argentina (0-1) y otra segunda de España, que fue ambiciosa pero no empató hasta su sexto penalti córner, «lo más justo hubiese sido llegar a los penaltis (strokes)».

Argentina, el peor rival que le podía haber tocado a España en cuartos, jugó a defenderse, «buscando el penalti córner y poco más», como apuntó el técnico español, que no pudo negar que «faltó acierto en los penalti córner». Sin embargo, el rival acertó con los suyos en momentos clave, con el tiempo cumplido del primer cuarto y cuando el choque ya agonizaba. «Han tirado dos veces», lamentaba Roc Oliva. «Por un stroke que para mí no era. Es injusto», se quejaba el guardameta español Kiko Cortés. La suerte tampoco acompañó a España con un remate al palo tras un penalti córner en el último minuto del tercer cuarto, cuando los Redsticks había conseguido tras el descanso silenciar a la bulliciosa y mayoritaria grada argentina con su superioridad y su juego de ataque. Ante tal dominio de España con ventaja aún de la albiceleste por la mínima, los argentinos, aparte de animar a los suyos, también se acordaban de Del Potro. «¡Delpo! ¡Delpo»», gritaba el público, mientras España, aunque también se había salvado de algún otro gol, acariciaba un empate que llegó por fin a menos de cuatro minutos de acabar tan exigente choque, gracias a Pau Quemada.

El destino, sin embargo, tenía preparada una última y letal acción contra España a falta de 1:27 segundos. España ya no tenía derecho a la repetición en vídeo del stroke y las protestas de los españoles a los árbitros de nada sirvieron. «Este equipo ha jugado a su mejor nivel. Estoy orgulloso de lo que hemos hecho», subrayó Soyed, mientras sus jugadores también hablaban de mirar al futuro y de la necesidad de levantarse cuanto antes del mazazo. Al hockey español le queda aún en Río la selección femenina, aunque después de su sorprendente pase a cuartos al haber reaccionado y de dar las gracias a la derrota de China, de la que quedó a expensas, este lunes le espera Gran Bretaña, y el enemigo es muy favorito para alcanzar las semifinales.

.