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manuel sanchez
Viernes, 12 de agosto 2016, 13:41
El circuito de dobles no siempre tiene la visibilidad que merece. Los torneos individuales se llevan toda la gloria mientras que los doblistas quedan relegados a un segundo papel. Cobran menos, juegan en pistas secundarias y en la mayoría de ocasiones no disponen de retransmisión ... televisiva. Una falta de respeto para una disciplina que hace años tenía la misma importancia que el circuito individual. No era raro ver a McEnroe ganar el Us Open en las dos modalidades en 1979, algo prácticamente impensable hoy en día.
A efectos olímpicos, una medalla en individuales vale lo mismo que en dobles o en dobles mixto. Tanto los mejores doblistas del mundo, como los top en individuales no dudan en aceptar el reto y disputar varias modalidades. Es el caso, por ejemplo, de Rafa Nadal. Desde 2013 el manacorense ha disputado la escasa cifra de 33 partidos en dobles. Sin embargo, en Río, pelea por ser campeón olímpico. Para compartir está gloria, a su lado aparece la figura de Marc López.
Un campeón doble
Marc nació en Barcelona hace 34 años, comenzó a jugar al tenis a los 8 y decidió dar el salto al profesionalismo a los 17. Tras diez años dedicados al circuito individual, donde alcanzó el número 106 del ranking en 2004, Marc decidió dar un cambio a su carrera. Al inicio de la temporada 2009, Tomeu Salva, amigo común de Marc y de Rafa, convence a ambos tenistas para disputar el torneo de Doha juntos. Catalán y manacorense se conocían desde pequeñitos, por lo que la adaptación fue rápida y el torneo de Doha supuso la primera victoria para la recién nacida pareja.
Marc le cogió el gusto al dobles y en ese mismo año 2009 alcanzó junto a Tommy Robredo los cuartos de final en Roland Garros. Solo los todopoderosos hermanos Bryan apartaron a Marc de una gloria que llegaría siete años después. Rafa y Marc no eran pareja habitual en el circuito debido a las exigencias de Nadal en el individual. No obstante, cuando se juntaban eran imparables. De este modo, juntos, ganaron el Masters 1000 de Indian Wells en 2010 y 2012. Marc ya estaba considerado como uno de los mejores doblistas del mundo y al final de la temporada 2010 había escalado hasta el puesto 15 del ranking.
En los años posteriores los éxitos no pararon y demostraron la capacidad de Marc de jugar a un alto nivel con una gran variedad de parejas. Con David Marrero ganó el Masters de Hamburgo, con Nadal volvió a triunfar en Doha y con Marcel Granollers alcanzó uno de los mayores hitos de su vida, el ATP World Tour Finals en 2012. Con la vitola de maestro del tenis, Marc pisa sus primeras finales de Grand Slam en 2014, cae en Roland Garros y en el Us Open, ambas con Granollers a su lado. En 2016 vuelve a darle un cambio a su carrera y deja a Granollers para formar pareja con otro amigo, Feliciano López. La unión no tardó en dar sus frutos y los SuperLópez hicieron historia para el dobles español al conquistar Roland Garros ante los verdugos de Marc en 2009, los hermanos Bryan.
Marc López ha conquistado grandes títulos a lo largo de su carrera, ha conseguido grandes momentos sobre una pista de tenis y sin miedo a equivocarse se puede decir que es uno de los mejores doblistas de la historia del tenis español. Pero si algo cabe destacar del jugador de 34 años, es su capacidad para haber formado pareja con casi todos los tenistas importantes españoles, y haber conseguido éxitos con todos ellos. Marc antes que compañero en la pista es amigo fuera de ella, lo que dota de un empuje especial a la pareja cuando golpea la bola. Las lágrimas de Marc al vencer en Roland Garros o al clasificar para la final olímpica muestran el amor hacia este deporte de uno de los mejores tenistas de nuestro país.
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