Belmonte sostiene su bronce.
Natación

La primera bala de Mireia es de bronce

En un ejercicio de fe, logra en la última brazada el tercer puesto en 400 estilos, donde Hosszu barre el récord mundial

J. Gómez Peña

Sábado, 6 de agosto 2016, 03:11

La clave, a veces, es no respirar bajo el agua. Eso ha hecho Mireia Belmonte para estirar su fe hasta el límite y, como ella dice, meterle la mano en el último palmo de la final de 400 metros estilos a la británica Miley para ... arrebatarle la medalla de bronce, la primera de España en estos Juegos y la tercera de la nadadora catalana, que suma otro metal a su leyenda aún en construcción. El oro nunca estuvo a su alcance. La húngara Katinka Hosszu nadó sola contra el cronómetro. Y con su ritmo de portento ganó la batalla del tiempo al babir el récord del mundo con una dentellada histórica: lo elevó a 4.26.36, frente a los 4.28.43 de la plusmarca anterior. La plata fue para la estadounidense Maya Diado con 4.31.5. A Mireia le costó 4.32.39 el bronce, sólo quince centésimas menos que Miley, la cuarta. Eso es lo dura una mano en el agua: 15 centésimas de bronce.

Publicidad

Sólo durante ese suspiro Mireia fue tercera en el prueba. Empezó mal, lenta pese a su buen lanzamiento al agua. Algo no iba. ¿Le pesaba la serie clasificatoria de la mañana? ¿El horario? Daba igual. Hosszu marcó 1.00.91 en el parcial de mariposa. Bestial. Mireia, lejos, se quedaba en 1.02.16. La distancia aumentó con el tramo de espalda. Hosszu, en tiempos de récord, abrió una brecha de cuatro segundos. Cuatro cuerpos. Insalvable. La catalana ni siquiera estaba en puestos de podio. Lejos. Hosszu ya volaba sola. Y la estadounidense Diado también era ya inalcanzable tras los cien metros de braza. Quedaba el nado libre. Así se siente ahora Mireia. Madura, relajada, convencida. Libre de sus angustias anteriores. Sin ese peso extra inició su último minuto en el agua. Había nadado mal la espalda y el podio estaba a más de un segundo. Cien metros para solucionarlo. Para creer. En el agua es fácil hundirse. Ella, que es de piedra, flota.

No pensó en la derrota. Aguantó a tiro a la británica Miley hasta el último giro. Un poco más. El crol iba a rescatarla. Y la fe en sí misma. Y la mano. Y la decisión a falta de menos de diez metros. He dejado de respirar y lo he dado todo. Tenía que meterle la mano a la británica. Al sacarla del agua de ella colgaba una medalla de bronce. El oro era inalcanzable.

En el largo viaje de aproximación a los Juegos de Río, Mireia Belmonte ha escuchado una y otra vez que, para luchar con Hosszu en el 400 estilos, tenía que salir más rápida. Sin el vértigo a desfondarse que le atenazaba. Sin bozal. Las dos primeras mangas, la de mariposa y espalda, son campo abonado para la húngara, acostumbrada a alejarse de todas, a hundirlas psicológicamente. ¿Quién puede remontar a semejante fueraborda? En las series clasificatorias de la mañana, Hosszu amedrentó: con 4.28.58 se quedó a 13 centésimas del récord del mundo. Mireia, con 4.32.75, fijó la segunda mejor marca de la sesión. Lejos de su rival, pero cerca de su registro personal: 4.31.21. Ya con el billete para la final de la noche asegurado, le preguntaron por sus opciones de lograr la medalla de plata. Como si no hubiera oro. Como si Hosszu fuera inalcanzable. Lo es, como demostró en la final, pero ni así se rendía la catalana: Si puedo, intentaré ir a por ella, avisó unas horas ante de la final. Es fiel a su especie: animal competitivo.

La prueba de 400 estilos es un rompecabezas para los nadadores. Lo necesitan todo: resistencia, velocidad y, sobre todo, equilibrio entres las cuatro maneras de nadar, mariposa, espalda, braza y crol. Es una silla de cuatro patas. Con tres, por buenas que sean cojea. Al principio, Mireia Belmonte era una especialista en espalda. Luego, al mejorar en el resto, perdió ese don. A base de reforzar sus abdominales y la potencia de sus piernas ha recuperado la espalda, que es, precisamente, el mejor arma de Katinka Hosszu. No le ha bastado para acercarse a la húngara, pero sí para sumar su tercera medalla, la primera de España. Bautizo de bronce en la piscina de Río. Y el primer día.

Publicidad

El resto

Por otra parte, el relevo 4x100 estilo libre formado por Fátima Gallardo, Marta González, Patricia Castro y Melani Costa fue séptimo en su serie y decimo tercero de todos los tiempos de las semifinales con su récord de España.

Miguel Durán se cayó del poyete en su prueba y aunque fue descalificado en un primer momento, finalmente fue indultado por los jueces y participó en los 400 libres sin conseguir clasificarse.

Después, María Vilas fue eliminada en las semifinales de los 400 metros estilos con un tiempo de 4.42.52 (lejos de su mejor marca) aunque había sido segunda al paso por los primeros 100 metros.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad