Secciones
Servicios
Destacamos
Javier Bragado
Lunes, 18 de julio 2016, 16:04
En tiempos de la Guerra Fría el deporte se convirtió en un instrumento de propaganda y ambos bloques destinaron buena parte de sus recursos al enfrentamiento en las canchas. En medio de la pugna entre la Unión Soviética y Estados Unidos emergió la República Democrática ... Alemana, un país que se convirtió en potencia gracias a su política de dopaje sistemático organizada por el Estado y que se acompañó con funestas consecuencias entre numerosos atletas. Avanzado el siglo XXI el patrón ha vuelto a repetirse. En su intento de glorificar la era Vladimir Putin, Rusia se lanzó al deporte para amplificar su publicidad. El presidente se lanzó a la tarea y consiguió que Sochi fuera sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en 2014 a costa de una gran inversión económica y de unas instalaciones puestas en duda para albergar un evento de gran entidad. Pero con los halagos a las instalaciones y la organización no podía bastar y se impulsó una política de búsqueda de éxitos deportivos a cualquier costa, según ha revelado un informe independiente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
más información
Richard McLaren, profesor de derecho de la Universidad Occidental de Londres (Ontario) y miembro del Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), lideró la investigación que concluyó con un texto de 96 páginas que asegura que el ministro de Deportes ruso, Vitaly Mutko, desarrolló un sistema de dopaje que contó con «la activa participación y asistencia» de los servicios secretos del país para los Juegos de Invierno de Sochi 2014 y otras competiciones en que ejerció como anfitrión. «El laboratorio de Moscú operó para la protección de los atletas rusos dopados con un sistema promovido por el Estado, descrito en el informe como 'Metodología para la Desaparición de Positivos'», afirmó McLaren al presentar las conclusiones.
El informe revela algunas prácticas que favorecieron a los deportistas auxiliados desde el poder. «Al final de los Campeonatos del Mundo de Atletismo en Moscú, su laboratorio apartó muestras con resultados positivos, les quitó los tapones y reemplazó la orina 'sucia' antes de que las muestras fueran enviadas a otro laboratorio de instrucción de la IAAF», desveló McLaren. Los análisis del ADN de las muestras efectuados por los expertos revelaron que al menos en tres muestras la orina ni siquiera coincidía con la identidad de los atletas. «Todas las muestras examinadas por el equipo de investigación revelaron pruebas de una alteración consistente en que los tapones habían sido quitados y reutilizados», añadió el 'informe McLaren' sobre el laboratorio de Sochi y las pruebas a los locales. «Una amplia mayoría de los atletas rusos de los Juegos Olímpicos de verano y de invierno se beneficiaron por la ''Metodología para la Desaparición de Positivos'», sentencia el texto sobre un sistema que fecha entre 2010 y 2014.
En los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 Rusia encabezó el medallero con 13 oros, 11 platas y nueve bronces. También lideraron los Europeos de atletismo en 2013 con siete medallas de oro, cuatro de plata y seis de bronce. Dos años después, en los Mundiales de Atletismo, los atletas eslavos se colgaron sólo cuatro metales debido a las restricciones de la Agencia Mundial Antidopaje en sus primeras indagaciones sobre el sistema establecido desde Moscú en un primer informe publicado en noviembre de 2015.
Castigo global
La reacción del mundo del deporte fue inmediata. «La AMA llama al movimiento deportivo a impedir la participación de los atletas rusos en todas las competiciones internacionales, incluidos los Juegos de Río, mientras que no haya realizado un cambio en su cultura», avisó la Agencia Mundial Antidopaje en un comunicado con el apoyo de varias organizaciones y federaciones. «Los descubrimientos del informe muestran un ataque chocante y sin precedentes a la integridad del deporte y de los Juegos Olímpicos. Por lo tanto, el COI no dudará en tomar las sanciones más duras disponibles contra cualquier individuo u organización implicada», aseguró el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach. De hecho, el alemán emplazó a una reunión telefónica con la Comisión Ejecutiva del COI este martes, durante la que «podrían tomarse medidas provisionales y sanciones en relación a los Juegos de 2016». La IAAF ya había confirmado el pasado 17 de junio la suspensión de participar en Brasil en las pruebas de atletismo a los atletas rusos, aunque dejó la puerta abierta a la presencia de competidores limpios en los Juegos en acuerdo con el COI, de forma individual, y siempre que estuvieran «fuera del país» y demostraran «estar sometidos a otros sistemas de control antidopaje» que no ayudaran a los tramposos como el ruso. El Tribunal de Arbitraje del Deporte anunció que decidirá antes del 21 de julio sobre la participación de estos 68 atletas en la cita olímpica.
Denuncias y delatores
Las investigaciones que han derivado en el 'informe McLaren' comenzaron con los indicios recabados por el reportaje del canal de televisión alemán ARD titulado: 'Dossier secreto dopaje: cómo fabrica Rusia a sus ganadores'. Emitido en diciembre de 2014, reveló que además de prácticas dopantes existían sobornos y colaboración entre las federaciones y algunos miembros de la Federación Internacional de Atletismo.
Después llegaron las revelaciones de Grigori Rodtchenkov. El exjefe del laboratorio antidopaje ruso, ahora exiliado en Estados Unidos, afirmó que al menos 15 medallistas olímpicos se habían beneficiado por el programa durante los Juegos de Sochi. Según su versión, los servicios secretos rusos sustituían por la noche en los laboratorios las muestras 'positivas' por otras 'limpias'. En una entrevista concedida al New York Times, Rodtchenkov explicó que él mismo desarrolló un cóctel con tres esteroides disueltos en whisky para los hombres y en Martini para las mujeres (un miligramo por cada mililitro de alcohol) que ayudaba a recuperarse y que se empleó para los Juegos de Londres 2012 y Sochi 2014 para acelerar su absorción y reducir la ventana de tiempo de detección de los controles antidopaje. También señaló que los deportistas usaban latas de refrescos y biberones con orina 'limpia' para cambiarla por la propia. «Rodtchenkov se inventó y organizó todo. Hizo beber sus mezclas a nuestros deportistas», se defendió el presidente del Comité para el Deporte de la Duma (cámara baja del Parlamento), Dmitri Svichtchev.
A las confesiones de Rodtchenkov se sucedieron turbios accidentes. En febrero de 2016 murieron dos antiguos agentes antidopaje rusos, Vyacheslav Sinev y Nikita Kamaev. El primero fue encontrado sin vida por causas no especificadas y el segundo sufrió un «ataque al corazón» nueve días después, según los informes oficiales. Kamaev había contactado tres meses antes con el periodista inglés David Walsh -quien descubrió para The Sunday Times el dopaje del ciclista Lance Armstrong-, para suministrarle material sobre tres décadas de dopaje en la antigua Unión Soviética, aquella de la Guerra Fría y los enfrentamientos deportivos sostenidos a cualquier precio por los programas estatales.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.