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Llega María Pérez bañada en oro al Trocadero y Álvaro Martín tiene que esperar dos interminables minutos para poder abrazarla. Cuando lo logra, la imagen es perfecta, como la obra que ha compuesto la marcha española en los Juegos de París. Juntos, con la Torre ... Eiffel de fondo, representan con su abrazo y su felicidad el triunfo de dos atletas enormes que ya lograron la plata ella y el bronce él en la prueba individual el 1 de agosto y que no se cansan de reivindicar una especialidad que pese al maltrato que vive en las grandes competiciones, no deja de ser protagonista. María y Álvaro ya tienen la triple corona, como definió la granadina de Orce a ese trío de títulos olímpico, mundial y europeo, y para celebrarlo corren por el puente de Jena, pasan junto a la Torre Eiffel y representan un momento que el atletismo español solo había vivido en tres ocasiones más desde que en 1896 arrancaron los Juegos de la Era Moderna. Dani Plaza ganó en Barcelona'92 los 20 kilómetros, Fermín Cacho el 1.500 y Ruth Beitia, la hasta hoy última campeona olímpica de atletismo, dominó el salto de altura en Rio'16. Y desde ayer, María y Álvaro comparten éxito en París'24.
¡¡𝐀 𝐄𝐒𝐏𝐀𝐍̃𝐀 𝐋𝐄 𝐕𝐀 𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐑𝐂𝐇𝐀!! 🇪🇸🇪🇸🇪🇸
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) August 7, 2024
¡ÁLVARO MARTÍN Y MARÍA PÉREZ, SOIS HISTORIA! ❤️🔥
El dúo español se proclama campeón olímpico en la prueba mixta y baña en oro a la marcha española en París.
🥇🥇🥈🥈🥈🥉🥉🥉🥉🥉#Paris2024 pic.twitter.com/3USihT0DLn
Los Juegos de París estrenaban prueba, el relevo mixto, y no podía haber mejor escuela de marcha para inaugurar el palmarés. El extremeño y la granadina habían peleado para poder vivir esta jornada. Era la ilusión de ambos, buenos amigos, poder competir juntos en esta novedosa prueba que llegaba a los Juegos para sustituir la vieja distancia de 50 kilómetros y la experimental de 35. Y tras sus respectivas pruebas de 20 kilómetros, ambos dejaron claro que se apuntaban a este relevo y en el caso de María, expresó claramente que su deseo era competir junto a su amigo Álvaro. Después de muchas batallas, de muchas competiciones, este experimento de la World Athletics dio la oportunidad de ver juntos a los dos de los más grandes marchadores a nivel mundial, y el resultado no podía ser otro que una exhibición compartida. La celebración de ambos, los abrazos, el paseo por el circuito, la emoción que destilaban en cada declaración posterior... fue un espectáculo impagable que resume lo que es la felicidad de dos grandes atletas que han tenido que trabajar muy duro para poder vivir este momento.
La capacidad deportiva de ambos no dejaba lugar a la duda respecto a sus posibilidades en la matinal de ayer en Trocadero. Se iban a adaptar a este nuevo formato donde a través de cuatro relevos hay que completar los 42,195 kilómetros del maratón. La distancia que debe recorrer cada relevista no es exacta, porque por ejemplo Álvaro Martín tuvo que superar los 11 kilómetros, y hay una zona de relevo, en este caso junto a la Torre Eiffel, donde se efectuaban todos los cambios. En cuanto a las sanciones, son acumulativas y es uno de los factores a tener en cuenta en esta nueva prueba. China, que viajaba en la primera mitad en la pelea por las medallas, pagó muy caros sus errores a la hora de marchar.
🍾 A veces lo mejor no es ganar, si no con quién ganas.
— Teledeporte (@teledeporte) August 7, 2024
18 segundos de la celebración de María Pérez y Álvaro Martín que ya es historia de la marcha y el atletismo español. #ParisRTVE7a #Paris2024 pic.twitter.com/XsFgQfuZtL
Resultaba interesante conocer las decisiones y tácticas de las diferentes parejas. Y en el caso de España, en los dos primeros relevos el plan fue estar siempre en el grupo de cabeza, ahorrar todo lo posible y esperar acontecimientos. En su último kilómetro María quedó ligeramente descolgada, pero Alvaro Martín reaccionó de inmediato para colocarse a la estela del ecuatoriano Pintado, campeón olímpico de 20 kilómetros. «Habíamos hablado de que yo tenía que hacer el trabajo sucio en ese tercer relevo y dejar a María en la mejor posición posible», explicó el marchador de Llerena, que hizo un relevo para enseñar en las escuelas de atletismo. Pegado a Pintado, obligó al ecuatoriano a forzar la marcha hasta tal punto que vio dos avisos. Y en el último giro, después de quedar un tanto descolgado, el extremeño reaccionó a lo campeón para adelantar a Pintado y dar el relevo a María con unos metros de ventaja que lanzaron a la granadina para el desenlace de la prueba. «Después de que me ganó el otro día en los 20 kilómetros iba muy justo, pero me he dicho que no me iba a ganar por segunda vez y lo he dado todo para superarle y sacar ventaja para mi compañera», explicó Martín.
La sentencia
María Pérez tenía unos segundos de ventaja y eso obligaba a la ecuatoriana a una complicada decisión. Si forzaba para cerrar ese hueco podía caer otro aviso que arruinara sus posibilidades de podio. Así que Glenda Morejón, tras mantenerse unos minutos a esos 3-5 segundos de diferencia, comenzó a ceder. María seguía a lo suyo, concentrada, a un ritmo que se iba convirtiendo en un muro imposible de escalar para una ecuatoriana que a mitad de relevo decidió que lo mejor era conservar la plata. «Yo le decía 'María, disfruta, que no hace falta que saques más ventaja', pero es que ella disfruta así», reía Álvaro. «Yo sólo quería llegar y celebrarlo», respondía María Pérez. Apoyada en cada paso por un Álvaro Martín eufórico, sentía cada vez más cerca ese oro que estaba a punto de premiar dos trayectorias excepcionales. Allí, a los pies de la Torre Eiffel, la marcha española vivió ayer una mañana para el recuerdo. Otra más. Y María Pérez y Álvaro Martín ya son campeones olímpicos. «Ahora vamos a quemar París», avisaron. Se han ganado la mejor celebración posible.
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