La selección española femenina de fútbol ya está en semifinales. Está basando sus victorias en la solidez y el fondo de banquillo. Ningún otro equipo tiene 22 jugadoras de tanta calidad, titulares o no. Pero consigue los triunfos sudando la gota gorda. Partidos que en ... otro momento hubieran sido tranquilos, están costando mucho sufrimiento. ¿Cuál es el problema entonces? Atasco en el centro del campo, lo que resta amplitud, y falta de puntería. ¿La virtud? La increíble capacidad para recomponerse en situaciones adversas. Una concatenación de errores (ideados desde el banquillo) que en otros equipos hubiesen supuesto una debacle, en España se solventan. También con suerte...
Irene Paredes, que estaba haciendo un partido para olvidar, lenta y superada en todo por Mayra Ramírez, que en circunstancias normales habría sido sustituida por cualquier entrenador, acaba en salvadora jugando de Alexanco. Y con Cata Coll jugando, inentendible. Es la mejor, pero con la máscara debilitándola (la falta de visibilidad lateral es peligrosísima en cualquier jugador, pero más en una portera), debería haber jugado Misa. Pues nada, la mallorquina se convierte en héroe de los penaltis. Ni haciéndolo todo mal, este equipo pierde.
Por cierto, la gesta de Cata le ayudó a Alexia Putellas a esquivar una vez más el abrazo a Aitana Bonmatí. Cuando la balón de oro anotó ante Japón, su antecesora en el galardón huyó de las felicitaciones a su teórica compañera girando su trote en busca de la pelota en la portería. Y cuando en los cuartos ante Colombia, Aitana marcó el penalti definitivo y se volvió en busca del abrazo de las demás que contemplaban la escena desde el círculo central, Putellas, fuera del campo, desde la línea medular, se lanzó a toda pastilla a felicitar... a la portera. En realidad, a la propia Bonmatí, que acabó viéndose sola, le tocó invertir el sentido de su carrera para sumarse a los festejos sobre la cancerbera. A Aitana sí se le ha visto abrazar a Alexia cuando marca (por ejemplo ante Brasil), pero a la inversa, no. ¿Por qué Alexia nunca abraza a Aitana?
La titularidad de Cata también me invitó a pensar mal. ¿Montse Tomé prefiere poner a Coll al 80 por ciento que a Misa al 100%? ¿Tendrá que ver el tema con que Misa sea inseparable de Jenni Hermoso, con quien ahora la seleccionadora prefiere marcar distancia? ¿El abrazo entre Montse y Alexia al final del partido y la frialdad de ambas con Jenni delatan una batalla interna por el control del vestuario?
Y mientras tanto, Mariona a lo suyo, a jugar al fútbol como los ángeles, a pedir el balón y jugársela cuando el equipo lo requiere. Una lastima que la Liga F vaya a perder a la mejor jugadora del mundo.
¿Casualidad? Mi experiencia me dice que nada de lo que pasa en esta selección lo es.
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