Opinión

Las máquinas de arbitrar, su trascendencia en los Juegos Olímpicos con deportistas amateur

Jon Iriberri

Martes, 30 de julio 2024, 16:37

Las decisiones arbitrales condicionan una gran cantidad de resultados deportivos. Cuando hablamos de Juegos Olímpicos la trascendencia de sus aciertos y errores puede suponer el cielo o el infierno de un deportista amateur, ya que sobreviven gracias a ayudas públicas dependientes de sus resultados olímpicos ... en la mayoría de las ocasiones.

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El deporte aficionado no es ajeno al tráfico de influencias y corrupción a muchos niveles comúnmente conocidos en la vida ordinaria. Hay personas que están dispuestas a obrar de forma poco honesta a cambio de beneficios personales del tipo que sean. Cuando las apuestas deportivas online han llegado a los rincones de los 5 continentes, anticiparse a un resultado deportivo puede tener un valor casi inmoral. Es cierto que en muchos deportes la figura del árbitro no puede condicionar un resultado deportivo en su totalidad, pero en algunos deportes, la decisión arbitral puede dejar el encuentro matemáticamente sentenciado en una sola acción. La mayoría de los jueces que actúan en los grandes eventos son personas honestas, que quieren aplicar el reglamento tal y como corresponde y que pese a los lógicos errores propios del ser humano, intentan impartir justicia desinteresada. Que gane el mejor.

A lo largo de este siglo, el desarrollo tecnológico, ha facilitado que la tarea de los colegiados pueda ser más sencilla o facilitada. El VAR futbolístico es un ejemplo de sobra conocido, pese a que en definitiva no hablemos de una máquina de arbitrar, sino de un ser humano con más tiempo para tomar la decisión que considere. Mi reflexión gira en torno a cuando la maquina arbitra directamente. Me refiero a un sensor que dice sí o sí no ha sucedido tal acción, o ha sucedido en este grado mayor o menor que. Un ejemplo también conocido de este aspecto podría ser la foto finish....... Este tipo de sistemas existen y se utilizan en bastantes deportes. Sin embargo, quiero mencionar la falta de interés y descredito que algunos árbitros o jueces –incluso colectivos completos- atribuyen a las máquinas de arbitraje. Dicen directamente que no sirven o que son peores que el ser humano al evaluar lo que está en liza en ese momento. Puedo entender que los árbitros se muestren temerosos de perder parte de su trabajo y parte de su parcela de poder, pero en la mayoría de los casos, roza lo ridículo pretender tener más capacidad de evaluación que un sensor. No me imagino un médico diciendo que no necesita hacer resonancias magnéticas para ver que está roto y como. Solo las pseudociencias y sus apóstoles renuncian a la tecnología y el desarrollo. Sin embargo, como decía, esta reacción es muy común en estos colectivos, desacreditando el progreso y pidiendo confianza –paradojas- para el que no confía. Deportes tradicionales y/o con escaso desarrollo son pródigos en estos manejos. Resulta paradójico porque si hay algo que perjudique gravemente al deporte y sus estructuras es el amaño de resultados o simplemente la sospecha de que esto podría suceder. En deportes de combate pueden dar buena fe de ello. Es un impedimento de desarrollo en sí mismo y muestra firme de que no se desea evolucionar, sin entender que lo que no evoluciona, suele tender a desaparecer.

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