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Cuando en 2019 al vizcaíno Asier Elordui le llegó la oferta para ser seleccionador de kárate de Kuwait no se lo pensó demasiado. «Dije que gracias, pero no», recuerda. Había una justificación. Acababa de ser padre y había abierto un gimnasio en Getxo (Vizcaya). «Pero ... mi mujer escuchó la conversación y me hizo ver que no era mal momento para emprender la aventura». Gracias a aquel empeño de Leire, hoy Asier Elordui está en Tokio al frente de la selección de Kuwait, todo un hito para un país que incluso sueña con pelear por la medalla en kata con Mohammed Al-Musawi, el día 6. «También parecía imposible estar en los Juegos y aquí estamos, así que porqué no imaginar que estamos entre los tres mejores de su categoría», se pregunta el maestro vizcaíno.
A sus 46 años, Elordui vive por y para el kárate desde hace décadas. Se enganchó con tan solo cinco años. Compitió y llegó a ser subcampeón de España. A los 16 años empezó a impartir clases. Con 25 debutó como seleccionador de Euskadi, con 34 aterrizó en la Federación Española y llegó a ser seleccionador nacional entre 2012 y 2016. Y en 2019, estaba volcado en su familia, con el nacimiento de la pequeña Arai, y en su gimnasio. «El comienzo no fue sencillo, porque tuvimos que esperar dos meses a tener todos los trámites, y eso que mi contrato era del Gobierno», recuerda Elordui, que lo califica como «un muy buen contrato».
A su llegada, todo eran facilidades. «Me encontré gente maravillosa, nos cuidaron al máximo. Eso sí, no había ni método de entrenamiento ni sistema, pero me vino bien para implementar mi método desde el inicio. Y hubo total confianza por parte de los deportistas».
Y en cuanto al grupo deportivo, Elordui reconoce que ya conocía al equipo de kata «y era un equipo con un amplio recorrido de mejora, pero bien coordinado, un grupo que me gustaba». Sin embargo, cuando llegó el objetivo no era estar en los Juegos, sino en el Mundial de Dubai, que era en otoño de 2020 «y había más margen. Con solo siete meses hasta Tokio lo veía imposible, pero lo que fue una desgracia a nivel mundial y a nivel personal, fue un regalo a nivel deportivo». Elordui se refiere a la pandemia y que llevó a retrasar un año los Juegos. Muhammed Al Mosawi se ganó su plaza para estar entre los once competidores que tomarán parte en la disciplina de kata, un hito de cara al debut del kárate en los Juegos Olímpicos.
- ¿Y qué ha supuesto allí el logro de llegar a los Juegos?
- En el Comité Olímpico muy bien, pero a nivel de país e incluso en nuestra federación sin más. En Kuwait no interesa mucho el deporte, todo lo que no tenga que ver con el dinero no les motiva. No quiero decir que pasen de nosotros, porque tienen muchos recursos y estamos muy bien apoyados y agradecidos.
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