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Javier Asprón
Enviado especial a París
Jueves, 1 de agosto 2024, 00:47
A los jugadores de golf de la Universidad de Arizona State los conocen como los 'Sun Devils', los 'Diablos del Sol', y conforman el grupo más exitoso del golf amateur estadounidense en las cuatro últimas décadas. Nadie ha ganado más campeonatos que ellos ni ha ... forjado tantos campeones de la PGA. Phil Mickelson, ganador de cuatro 'majors' y de más de 40 torneos del circuito americano, Billy Mayfair, Paul Casey, Pat Pérez, Matt Jones… Y entre las mujeres, Anna Nordqvist, Jennifer Johnson, Giulia Molinaro… La lista es extensa y habla muy bien del programa formativo desarrollado por dos gurús del deporte universitario, Matt Thurmond y Missy Farr-Kaye.
No es fácil hacerse un hueco entre los pocos privilegiados que acceden a jugar los torneos de la NCAA con los colores granate y dorado de Arizona State, pero en los últimos años lo han conseguido un puñado de españoles, al punto de que los cuatro protagonistas del golf nacional en los Juegos de París comparten un pasado común en las aulas y las canchas de prácticas del Karsten Golf Course. Jon Rahm, David Puig, Carlota Ciganda y Azahara Muñoz iniciaron allí su camino hacia el profesionalismo siguiendo la estela que inició el malagueño Alejandro Cañizares, que llegó a ser campeón universitario de Estados Unidos en 2003.
Los cuatro cuentan con victorias de prestigio enrolados en Arizona, aunque, solo Rahm consiguió dejar un legado a la altura del de Mickelson. El de Barrika logró once torneos universitarios durante su estancia allí, y en su tercer año estableció el tercer promedio de puntuación más bajo en la historia del golf universitario.
Ahora, Rahm llega como líder del equipo nacional en París. Será la tercera presencia consecutiva de este deporte en el programa olímpico tras volver a ser incluido en 2016 después de 112 años de ausencia, y a España se le resiste la medalla. Este jueves arranca el torneo masculino, y el miércoles de la semana próxima lo hará el femenino. De momento, las sensaciones son buenas. Rahm viene de ganar por primera vez en el LIV tras imponerse en la cita británica del circuito, celebrada en Rocester. Habían pasado quince meses desde su último título.
En su contra está el hecho de que será la cuarta semana consecutiva compitiendo, un exceso incluso para él. La victoria en Inglaterra, sin embargo, ha provocado que al vasco le invada el buen ánimo. «Firmo porque los dos consigamos una medalla ¿por qué no?», decía este martes ante la prensa internacional mirando a David Puig.
Será la primera experiencia olímpica para ambos, después de que Rahm se perdiese los Juegos de Tokio tras dar positivo por coronavirus a pocos días del comienzo del torneo. Puig, de 22 años, logró la clasificación a la heroica. Miembro también del LIV Golf, el catalán ha tenido que ir haciendo malabarismos, jugando torneos del circuito asiático, para lograr los puntos necesarios que le permitieran clasificarse. El billete definitivo lo consiguió tras superar por los pelos el corte en el US Open.
Rahm conoce bien Le Golf National, el recorrido ubicado al sur de Versalles que acogerá el torneo olímpico. En 2018 acabó quinto allí en el Open de Francia, a dos golpes de la victoria. Llegó con opciones a la ronda final, pero un golpe al agua en el primer hoyo lo condenó. Un año más tarde, con la misma tarjeta que el año anterior (279 golpes), terminó décimo.
Sin embargo, su mayor recuerdo de ese campo tiene que ver con la Ryder Cup ganada por Europa en 2018, la primera en la que participó el vasco. Pese al triunfo, su actuación personal no fue la mejor. Perdió en los fourballs tanto del viernes como del sábado, y solo ganó en su partido individual del domingo, donde se enfrentó a Tiger Woods.
«Rahm y Puig se pueden complementar muy bien», analizaba sobre los dos jugadores españoles Ignacio Gervás, director técnico de la Federación. «Jon aporta la experiencia y David, la frescura, la competitividad. Los dos han ido a la misma universidad, han compartido muchas experiencias similares, y aunque la competición es individual, el buen ambiente entre ambos les va a ayudar».
Abrirá fuego este jueves David Puig, con salida prevista a las 11:06 junto con el polaco Adrian Meronk y el finlandés Sami Valimaki. El turno de Rahm será a partir de las 11:55, en uno de los partidos estrella junto al noruego Viktor Hovland y el estadounidense Xander Schauffele, campeón olímpico en Tokio, número dos mundial y reciente vencedor del Open Británico. Palabras mayores.
Del resto de favoritos destacan los nombres de los estadounidenses Scottie Scheffler y Collin Morikawa, el norirlandés Rory McIlroy (aquí compitiendo para Irlanda) o el británico Tommy Fleetwood. Aunque, como siempre, el campo pondrá a cada uno en su sitio.
Los de San Luis 1904 fueron unos Juegos extraños. Duraron cerca de cinco meses (del entre el 1 de julio y el 23 de noviembre) y acabaron allí de rebote, al abrigo de una exposición universal. No hubo boicot de ningún tipo, pero solo acudieron atletas de doce países, que tomaron parte en 16 deportes. Cruzar el océano no resultaba tan sencillo.
Fue la última vez que el golf fue olímpico hasta que se recuperó para los Juegos de Río 2016, y en aquella ocasión se repartieron medallas tanto en el torneo individual como por equipos.
En esta última disciplina, que se jugó en el Glen Echo Country Club, hubo triplete estadounidense. La Western Golf Association se llevó el otro, la plata fue para la Trans-Mississippi Golf Association, y el bronce se lo quedó la United States Golf Association. En el 'roster' de este último equipo figuraba un nombre que hoy hubiese llamado la atención a la primera: John Rahm. En este caso, con la hache del nombre americano.
Rahm, el estadounidense, no brilló en el torneo individual Jugó las dos primeras rondas y no pudo acceder al match play definitivo, pero colaboró para lograr esa medalla de bronce que supone su logro más alto en el mundo del golf. Porque apenas se sabe más de la carrera profesional de este jugador que nació en Richmond (Virginia) en 1854 y que falleció en Omaha (Nebraska) en julio de 1935, a los 81 años. Dos años antes de aquellos Juegos había disputado el US Amateur sin demasiado éxito, y después de aquello ya no aparece nada suyo en los registros de la PGA. Los rumores dicen que dejó los hoyos para trabajar en una compañía de suministros de fontanería.
Ahora, 120 años después, otro Rahm busca en París una segunda medalla olímpica en golf vinculada a ese apellido. Sería también la primera de un deportista español en la disciplina.
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