Las estrellas que quieren seguir brillando

La gimnasta ha trascendido el tapiz con sus saltos imposibles y sus bajadas a los infiernos. En Tokio 2020 consiguió que el deporte quedara en un segundo plano y saliera a la luz la salud mental. Se ausentó de la competición porque no creía ser capaz de afrontar los ejercicios sin poner en riesgo su vida, y solo volvió al final del evento para atrapar una medalla de bronce y consolidarse como la estrella con más repercusión de los últimos años.

Biles, 27 años, disputará en París sus terceros Juegos. Acumula 37 medallas internacionales, con cuatro oros olímpicos (salto, suelo y concurso completo y equipo), una plata (equipo) y un bronce (equilibrio); además de 21 oros mundiales. Su especialidad es la rutina de suelo.

El jugador de baloncesto vivirá con 39 años su última competición olímpica. Pero quiere hacerlo como líder de otro equipo de ensueño con el que pueda sumar una medalla más a su exitoso palmarés. Ya tiene en casa el bronce de Atenas 2004 y los oros de Pekín 2008 y Londres 2012.

El mayor anotador de la historia de la NBA irá acompañado de muy buenos compañeros, como los veteranos Stephen Curry (36 años), Kevin Durant (35), Jrue Holiday (34) y energía a raudales con Anthony Davis (31), Derrick White (30), Joel Embiid (30), Jayson Tatum (26), Devin Booker (27), Bam Adebayo (27), Tyrese Haliburton (24) y Anthony Edwards (22).

El tenista serbio está ante su última oportunidad de conseguir llenar un vacío que se le resiste. Lo ha conseguido todo en el circuito profesional, pero le sabe a poco ese bronce que logró en Pekín 2008. Sabe que un oro lo encumbraría a donde ha soñado y perseguido toda su carrera.

Djokovic, 37 años, disputará sus quintos Juegos, pero no ha tenido demasiada suerte en el pasado. Más allá de ese tercer puesto en su debut en la cita china (perdió en semifinales contra Nadal y ganó después de James Blake), chocó en Londres 2012 en la semifinal contra Andy Murray (ayer anunció que se retira tras la cita de París) y Juan Martín del Potro le arrebató el tercer cajón del podio. Peor le fueron las cosas en Río 2016 pues el argentino volvió a ser su verdugo y en el estreno. En Tokio 2020 se quedó de nuevo a las puertas de la final tras caer ante Alexander Zverev; Pablo Carreño le ganó el bronce después.

El mundo ha visto crecer a Katie Ledecky en cada brazada que ha dado en la piscina. Su debut en Londres 2012 con apenas 15 años fue el nacimiento de una estrella. En esa cita ya se llevó para casa el oro en 800 metros. No ha parado de cosechar récords y una autoridad aplastante en la última década en las pruebas de media y larga distancia. En total: siete oros y tres platas; además de 21 oros mundiales y cinco platas.

En Río 2016 ofreció otra exhibición al coronarse en 200, 400 y 800 metros, con los mejores registros de la historia en las dos últimas modalidades. Además del oro en el 4x200 y la plata en el 4x100. Para Tokio 2020 dejó de lado las cuatro vueltas a la piscina y se centró en la larga distancia. La australiana Ariarne Titmus la destronó en el 400, pero suyos fueron los oros en el 800 y en el 1.500, que se inauguraba en esa cita olímpica. Además, logró que el equipo estadounidense se llevara una plata en 4x200. Con 27 años, aspira a más en París.

Mientras unos surcan las aguas, otros surcan el cielo. Como Mondo Duplantis, el mejor pertiguista de la historia que cumplirá en París 2024 sus segundos Juegos después de ser campeón olímpico en Tokio 2020 con un salto de 6,02. El sueco, 24 años, ha ido ganándose al personal centímetro a centímetro, con los que lograba subir el listón e imponer su nombre en los récords mundiales cada vez más lejos del suelo. Por el momento, ya vuela hasta los 6,24.

Kipchoge fue creciendo en su trayectoria olímpica después de su debut en Atenas 2004 en el que fue bronce en 5.000; ya en Pekín 2008, logró la plata en el 5.000. No participó en Londres 2012, pero las dos citas últimas fueron suyas: oros en Río 2016 y en Tokio 2020.

Aspira el keniano, por tanto, a un récord estratosférico: ser el primer corredor en enlazar tres oros olímpicos. Nada fácil dada la competencia y la edad, 39 años, y el fallido intento de conseguir el triunfo en el maratón de Tokio de marzo en el que quedó en décima posición. En su poder está la segunda mejor marca en esta distancia: 2h01:09.

Con 35 años, la neozelandesa participa en sus cuartos Juegos sobre las aguas en piragua. Casi todo lo que ha remado lo ha convertido en oro olímpico. Campeona en el K1 200 en Londres 2012, repitió n Río 2016 y se llevó el bronce en el K1 500; en Tokio, triplete: oro en K1 200, K1 500 y K2 500. Además de 21 medallas mundiales (quince oros).

El estadounidense está ante su mejor escparate para brillar en los 100 metros. Fue bronce en Tokio 2020, pero el año pasado cosechó los oros mundiales en los 100, 200 y 4x100. Para París 2024 también apunta a ser campeón con el equipo en el 4x400. Es un objetivo ambicioso, cuatro oros en una misma cita, pero que podría sentarlo a la mesa con Jesse Owens y Carl Lewis.

Con 27 años, tiene todo listo para acometer la empresa, pues esta misma semana ha sido el más rápido en Londres, con un tiempo de 9,81, su mejor marca personal. «Cada vez estoy más rápido con vistas a París. Mi objetivo es correr por debajo del 9,80. Sé que seré el centro de todas las miradas. He estado esperando este momento los últimos seis años», confesaba estos días el velocista.

La velocista jamaicana (37 años) se estrenó en Pekín 2008 con el oro en los 100 y repitió en Londres 2012, donde también se colgó la plata en los 200 y en el 4x100. De Río 2016 se llevó una pequeña decepción después de una lesión en el pie. Y en Tokio fue oro con Estados Unidos, en el 4x100, y plata en individual, por detrás de su compañera Elaine Thompson-Herah. La diez veces campeona del mundo quiere resarcirse en París 2024, donde colgará las zapatillas de tacos, y dar las últimas zancadas hacia un nuevo metal y un nuevo récord a la velocidad de la luz.