David Valero: «Desde Río pensaba en hacer algo grande en unos Juegos»

Respecto a la prueba del monte Izu, lo primero que le ha venido a la mente al granadino es «el cúmulo de sensaciones al cruzar la meta, no podía parar de llorar». Después se ha referido al desarrollo de la misma, donde un enganchón en la salida le ha cambiado los planes. «Después de la mala salida hemos recalculado viendo los tiempos respecto a la cabeza, se trataba de darlo todo para hacer el mejor resultado. Veía que en cada vuelta aunque no recortaba tampoco me metían tiempo y eso me ha animado. Además creo que la humedad y el calor han jugado a mi favor, que yo soy del sur. Ya en la última vuelta desde el box me decían que apretara, que pensara en mi hijo y en mi familia, y he dado a los pedales como si no hubiera un mañana. Al pillar al grupo he tratado de jugar mis cartas y darlo todo para lograr el bronce».

Valero no se ha dejado intimidar por el gran cartel de competidores, «porque al final nos encontramos en bastantes carreras. Son muy buenos corredores, pero yo con el paso del tiempo también me he hecho respetar y que si me ven delante, les puedo dar más de un dolor de cabeza». Y respecto a su mejoría, ha reconocido que «este año cambié de equipo porque buscaba nuevos alicientes y retos. Llevaba unos años acomodado y estancado, y buscaba esa motivación», ha explicado Valero, quien pondrá la medalla en un lugar visible de casa para «inculcar a mi hijo que en esta vida hay que ser trabajador y honesto, y esos valores se los transmitirá la medalla».