Un crack con los pies en la tierra

No se entiende el golf riojano sin asociarlo al apellido Evangelio. Después de irrumpir en el profesionalismo Nacho –hoy presidente de la Federación regional– y Miguel, en la actualidad caddie en el circuito europeo, el pequeño de los primos, Nico, ha hecho el ruido suficiente como para que todos los focos de España se dirijan a este chaval nacido poco antes que el campo de Logroño, un 26 de abril del 2000. El pasado fin de semana su nombre saltaba a las portadas de los medios deportivos al liderar la primera jornada del Campeonato de España de profesionales disputado en la capital riojana y que ganó Víctor Pastor.

Nico Evangelio acabó en la undécima posición después de jugar la última jornada con el mítico Chema Olazábal. «Estaba muy ilusionado con jugar con los mejores jugadores del país y en casa. Un reto muy bonito. A muchos les sorprendió verme ahí arriba. Jugar como amateur es muy diferente y hacer ese resultado (-7) es muy difícil», explicó Evangelio, que se inició en el golf por una cuestión familiar.

Con los pies en la tierra y después de acabar sus estudios en Estados Unidos en Económicas y Finanzas, donde jugó con una beca para la Universidad Marquette, en Misuri, Evangelio no se plantea, de momento, dar el paso hacia el profesionalismo. El gran campeonato disputado este fin de semana no le desvía de sus objetivos: «Tenía en mente el seguir siendo amateur. Por lo menos a corto y medio plazo. Aún no me veo con la motivación de pasarme al profesionalisimo. Seguiré entrenando y quién sabe si en un futuro cercano a este nivel dé el paso», apuntó el jugador de Sojuela. «Pero lo que sé es que seguiré en el mundo del golf, compitiendo en el nivel que sea», añadió.

Un paso al profesionalismo que supondría la inversión de tiempo y recursos. Pero sobre todo se trata de una decisión que depende mucho de la motivación que pueda tener el jugador. «Hay que estar al cien por cien. Y en este momento no me veo. Quiero prepararme mucho más», argumenta.

En la actualidad, La Rioja cuenta con 2.024 licencias. Siendo la Comunidad Autónoma más pequeña, a juicio de Evangelio el golf «está creciendo mucho». «Cuando empecé casi no había niños jugando. Íbamos a los campeonatos de España y acabábamos últimos. La Federación Riojana está haciendo muy buen trabajo con los chavales y se notan en los resultados. En el Absoluto de España, en 2021, acabamos octavos, que es meterse en Primera División. Hoy en día en los torneos no estamos de los últimos y eso pone en valor el trabajo que se hace. El golf riojano está en un muy buen momento», asume un jugador que lideró el ir a jugar a Estados Unidos. «Hoy hay otros tres jóvenes que están allí y en el futuro serán más», dijo el golfista.

Para Nico Evangelio, los tres campos de golf de La Rioja –Logroño, Sojuela y Rioja Alta en Cirueña– cuentan con un gran nivel. «Son campos muy bonitos y accesibles. En el norte hay grandes campos pero la mayoría son privados. Aquí cualquier persona puede disfrutar de los tres. Además, son tres recorridos muy diferentes y se expanden cada vez gracias al turismo vitivinícola, que atrae a muchos jugadores de afuera».

Los puntos fuertes de Evangelio son el drive y los hierros, con los que encuentra mucha precisión. El putt, que ha mejorado mucho, también le ayuda a estar en un gran nivel y lo que le ha ayudado a dar el salto de calidad. El aproch es el aspecto de su juego que debe trabajar para superarse aún más.

En sus años en Misuri, Evangelio dedicaba entre cuatro y cinco horas diarias al golf, seis jornadas a la semana. Ahora las tornas han cambiado: espera poder ejercitarse dos horas por día y «estar a tope los fines de semana».

Nico Evangelio creció emulando a Severiano Ballesteros, José María Olazábal, Rory McIlroy y, por supuesto, a Jon Rahm. Este fin de semana pudo jugar con el de Hondarribia, «un jugador muy competitivo» y «muy cercano». «Nunca olvidaré esa experiencia».

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