Secciones
Servicios
Destacamos
El Real Madrid conquistó el octavo título mundial de su rica historia entre luces pero también alguna sombra. En general, los objetivos que el conjunto blanco se marcó a su llegada a Marruecos se cumplieron. El primero, un trofeo que era prácticamente una obligación, aunque ... el tropiezo del Flamengo brasileño en semifinales ante el Al-Hilal saudí deslució un tanto el cartel de la final, en la que todos esperaban la presencia del campeón de la Libertadores.
Más allá de un título que está lejos del prestigio de las grandes competiciones pero al menos ayuda en un tramo de la temporada complejo para el Madrid, dos futbolistas brillaron con luz propia. Vinicius y Valverde encarnan la mejor de las noticias para Carlo Ancelotti, que respira tranquilo con el buen nivel de juego y el acierto de dos hombres que llegaban al Mundial de Clubes en momentos díficiles.
El brasileño habia perdido gol en las últimas semanas, envuelto en el incesante ruido de los encontronazos con rivales agresivos, proclives al juego duro, y desquiciado por las protestas al árbitro y los gestos a una afición rival encendida y hostil. La tormenta pareció amainar en el oasis de Marruecos, donde Vinicius brilló con tres dianas y el reconocimiento como mejor jugador del Mundial de Clubes. Sus celebraciones o las faltas de los rivales esta vez no coparon el protagonismo en detrimento de su fútbol.
Por su parte, el uruguayo estaba de capa caída tras el Mundial de Qatar. Más allá de su bajón de rendimiento sobre el césped, el charrúa ha pasado momentos complicados por los problemas en el embarazo de su esposa, tal y como confirmó en sus redes sociales la propia Mina Bonino. La situación incluso hizo temer por el nacimiento del bebé pero parece haberse solucionado finalmente. El doblete del centrocampista en la final, unido a otra diana en la semifinal, ejemplificaron el regreso de Valverde, que ya ha cumplido con la decena de tantos que Ancelotti le pedía esta temporada para no romper su carné de entrenador.
La inyección de moral en dos de las tres patas de su ataque impulsa al Madrid, que también recupera a la principal, Karim Benzema, el otro goleador de la final. Sin embargo, mientras en la parcela ofensiva las conclusiones son positivas en la retaguardia las sensaciones dejan mucho que desear. Tres goles concedidos contra el Al-Hilal impiden el aprobado a la zaga blanca y son preocupantes ante el inminente regreso de la Champions, con el duelo frente al Liverpool en Anfield en el horizonte. Están al caer los regresos de Thibaut Courtois, el guardián bajo palos, y Eder Militao, el cacique de la defensa. A tenor de lo visto en Marruecos, el Madrid los necesita como agua de mayo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.