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El muerto está vivo. El Villegas salió ayer de la tumba de la derrota y venció en un buen encuentro colectivo al Calasancio, quien desaprovechó una magnífica oportunidad para abandonar los puestos de descenso.
Villegas
Julián, Íñigo, Víctor, Jorge, Omar, Omar M., David (Tabuyo, m. 62), Javier S., Carballo (Javier Cuadradro, m. 51), Eduardo Varea, Bilal (Andy, m. 76).
2
-
1
Calasancio
José R., Gabriel, Juan Gabriel, Óscar, Alfredo, Bastida (Christian, m. 72), Jesús J. (David, m. 66), Rodrigo, Richard, Alberto (Jean, m. 81), Adrián Prado.
Goles 1-0, m. 64, Javier Cuadrado. 2-0, m. 69, Eduardo Varea. 2-1, m. 81, Gabriel.
Árbitro Eider Franco, auxiliado por Mario Santibáñez y Alejandro Viela. Amonestó al local Julián y expulsó a Jorge Espinosa (m. 89) Y a los visitantes Óscar, Gabriel. Expulsó a Rodrigo San Juan (m. 62).
Con esa premisa pisaron los visitantes la fría y llovizna tarde ... de La Ribera. Se apropiaron del balón y dibujaron las primeras ocasiones del encuentro. Desbaratándolas todas ellas Julián. A remarcar, la mano que sacó al disparo desde el vértice derecho de Adrián Prado.
El gol no llegó y el Villegas comenzó a encontrar y entender de qué iba el partido. Aumentó la presión, juntó las líneas y acabó el primer tiempo dominando. Gozó de una clara ocasión en botas de Bilal, pero no acertó en el mano a mano. El descanso acabó por momentos con la superioridad local. Tras él, el Calasancio rompió el empate, en fuera de juego. El linier lo anuló dejando todo como estaba. El partido se tornó en un sinfín de interrupciones que concluyeron con una expulsión para cada bando. A vestuarios Jorge Espinosa y Rodrigo San Juan. 10 para 10, situación que cambió el encuentro. Javier Cuadrado, en el área pequeña, se inventó un remate con la espuela que desatascó el anodino empate. El Villegas rompía el equilibrio con 25 minutos todavía por delante.
Lejos de amedrentarse por el resultado, la clasificación y el momento del encuentro, los locales continuaron por las mismas huellas del dominio y superioridad. Cinco minutos después del primer gol, Edu Varea conectó un trallazo desde el balcón del área para poner la puntilla a un abnegado y destartalado Calasancio que se olvidó de defender. Porque el tercer tanto no llegó por la falta de precisión y de rapidez de Javier Cuadrado, que se durmió en la definición de un contragolpe.
Con más garra que fútbol, los visitantes recortaron diferencias con un gol de Gabriel. Y pudieron rescatar un punto con un disparo de Adrián Prado. Su disparo se fue alto, dando una vida extra a un Villegas que quiere seguir creyendo.
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