Victoria muy trabajada del Náxara

Arrancó el partido y así se desarrolló todo la primera mitad, con un Náxara muy ordenado y moviendo la pelota con solvencia. Los locales salían con la lección bien aprendida. Se trataba de armarse de paciencia y no precipitarse, porque de esa manera, en algún momento, debería llegar el tanto que serviría para provocar que el rival se abriese en busca del empate y desde ahí, construir una victoria más amplia.

Sin embargo, el ordenado entramado defensivo de los de Alberite, a lo que sumaban un ejemplar sentido solidario de equipo y una intensidad que, aunque exigía mucho desgaste, debían contemplar como un valor irrenunciable, impedía que los locales llegasen a crear verdadero peligro ante la meta de Alfonso.

Solamente hubo tres remates un tanto peligrosos, pero ninguno de ellos fue de esos que sacan de la grada las exclamaciones en voz alta. Míchel, por dos veces, y Javi Martínez, en una, lograron enviar el cuero en dirección a los tres palos. Dos de ellos acabaron en las manos del guardameta y el otro se marchó fuera. Por el contrario, los arlequinados, ayer de rojo, solamente llegaron a puerta una vez al borde del descanso y con escaso peligro.

Tras la reanudación, los de Heras salieron un poco más adelantados, aunque sin perder las virtudes de su juego defensivo mostrado en la primera mitad. Los de Sáenz, ayer en la grada, mantenían su apuesta por el control del balón, el juego en corto en la medida de lo posible y la fe en que tarde o temprano iba a llegar el gol.

Así, en el minuto 69, una gran jugada, casi al primer toque, entre Míchel, Quirino y Peso servía para que este último marcase el primer tanto. Los de Alberite trataron de contrarrestarlo y eso supuso el segundo gol. Un contragolpe que pilló a la defensa visitante totalmente desajustada, sirvió para que Javi Martínez batiese a Alfonso con una vaselina que le superó irremisiblemente. Ya muy cerca del final llegó la ocasión con mayor peligro de los alberitenses. Diego sacó una falta muy cerca de la frontal del área y Gonzalo tuvo que mandar a córner con la punta de los dedos.

Mientras los najerinos seguían intentando ampliar su ventaja, los visitantes trataban de marcar, aunque entonces ya les fallaban las fuerzas y no lograban acercarse a la portería rival. Los blanquiazules mantienen sus esperanzas de acercarse al cuarto puesto.