Victoria muy sufrida del Náxara

Desde el principio, le costó mucho al núcleo duro creador blanquiazul el poder generar jugadas de ataque y a pesar de ello, superados los primeros diez minutos, Achi se hizo con un balón en profundidad y dentro del área, se deshizo de un defensa para chutar duro y cruzado batiendo al meta Álvaro. Con la lata abierta, todo el mundo se las prometía muy felices y, de hecho, un par de minutos más tarde, Javi Martínez veía como el defensa visitante Torra le birlaba el cuero cuando se disponía a rematar a gol.

Los visitantes no se descompusieron y a pesar de que todo su empeño se centraba en la neutralización del juego local, a la media hora, Caballero robó un balón a Albert, último defensa blanquiazul, pero luego no supo resolver la jugada. Poco después Álvaro evitaba el segundo gol local por tres veces, saliendo a taponar a Achi. La primera mitad concluyó con un nuevo robo de balón al último defensa najerino, en este caso Eloy, que cortó con falta el contragolpe.

Tras el descanso, los blanquiverdes, ayer de amarillo y verde, dieron un pasito adelante y además de neutralizar cualquier intento de juego ofensivo de los locales, en el minuto 64 lograron el empate por mediación de Abderra, quien transformó un penalti pitado por mano de un defensor. El empate llenó de inquietud a la grada najerina y a alguien más, ya que el entrenador hizo entrar en el terreno de juego a Orodea, para completar la apuesta ofensiva que había comenzado retirando al central Eloy para meter al delantero Lozano. Luego introdujo a otro delantero, Rojo y poco más tarde llegó el 2-1. Achi, a centro de Lozano se adelantaba a la defensa pradejonera para deshacer la igualada. Previamente, Álvaro había evitado que los najerinos se adelantaran saliendo a los pies de Orodea para desbaratar su remate a puerta vacía.

No se dieron por vencidos los de Mario Izquierdo y de inmediato se lanzaron al ataque estrellando un balón en el larguero y el rechace lo volvieron a rematar para que un defensa lo sacase en la línea de gol. Los de Pradejón protestaron al considerar que el balón ya había entrado. Al filo del minuto 90 llegó el definitivo tanto de Achi al aprovechar un rechace defensivo un tanto flojo.

Una vez más se demostró que en esto del fútbol no hay enemigo pequeño.