El Varea se entona tras el descanso

Los colegiales, que ya hicieron un meritorio encuentro hace siete días ante la SDL, se adelantaron en el 9 de la primera parte con un gol de José Antonio. Fue la recompensa tras un gran inicio. Los visitantes extendieron cemento armado en la media, ganado todos los choques y desarrollando una presión que dificultó el juego arlequinado. Daniel Suárez perdido en la derecha, se cambió de banda para, de dentro hacia fuera, dibujar diagonales que pudieran romper la maraña defensiva del Calasancio. Lo lograron en el 20 de la primera. Daniel Alcalde puso las tablas con un seco disparo desde la frontal del área.

Lejos de atrincherarse en su área, el Calasancio continuó con su guion esbozado en el arranque. Jairo Viteri y Adrián Prado tuvieron en sus botas la segunda puñalada colegial. Suárez y Rubén Pérez en posición acrobática respondieron, pero sin encontrar el premio. El empate era justo. El Varea se marchó al descanso preocupado. Necesitaban aumentar el ritmo, la presión y la intensidad si no querían pinchar un partido marcado como trámite. Y lo hicieron. Daniel Alcalde en siete minutos puso la tranquilidad en el Municipal tras firmar el gol del desequilibrio y de la sentencia. Suárez y Cordovín fueron sus asistentes.

Ahí concluyó el partido. El Calasancio no creyó, dobló la rodilla, retrasó líneas y se limitó a cerrar el grifo de su portería. Por su parte, los arlequinados, que contaban con la importante baja de Chimbo, no se conformaron con la renta.

Antón adelantó su posición, se fue al mediocampo, dejando su hueco a Jhon, autor del cuarto tanto y asistente desde la derecha del último gol de la mañana, obra de Rubén Pérez. El lateral derecho empujó a las redes un gran centro desde la izquierda de Rubén Pérez. Dos minutos después, el orden cambió para que el máximo artillero del grupo hiciese quinto de la mañana. Rubén se adelantó a los defensores empujando un centro a media altura de Jhon. El eterno goleador pudo hacer el sexto de cabeza, pero el asistente se lo anuló por fuera de juego.

Quedaban 10 minutos y el Varea bajó su guardia y se limitó a tener la posesión. Sumó su duodécima victoria y continuará mirando a todos desde la cima una jornada más. Tras un partido que el Calasancio le ha obligado a sacar lo mejor de sí para llevárselo a su casillero.