El Tedeón saca más premio a su fútbol

El filial ofreció dos caras muy diferentes. Fue amo y señor del balón, pero desperdició la primera mitad en su empeño por jugar con muchos hombres por dentro. El Tedeón respondió blindando ese paso con más hombres en retaguardia. Así, la UDL no llegaba al área con claridad. Sus números lo dicen todo: sin un remate entre los tres palos y con una chilena de Víctor que acabó en saque de esquina cuando el cuero se encaminaba a la red.

«Circular hasta entrar por fuera», espetaba Josean García a sus jugadores. Lo entendieron con el paso de los minutos. La zaga visitante mantenía su alto número de efectivos, pero ahora sufría más para achicar balones. Se veía obligada a moverse lateralmente y el partido alcanzó un momento en el que no llegaba. Así, comenzaron a contabilizar ocasiones de gol. Ocasiones, que no goles. Aitor, a bocajarro, estrelló el cuero en el cuerpo de Herce, que tapó con rapidez y acierto; poco después, Jon se topó con el larguero al poner una falta en movimiento. El partido se jugaba en torno al área del Tedeón, que apenas ofrecía salida, salvo un disparo de Raúl, también a balón parado, al que respondió Pradas.

Tocaba perder tiempo, que cada falta fuera un mundo. El Tedeón se movió como pez en el agua en ese fútbol defensivo y destructivo. No es fácil ejecutarlo sin errores y lo logró. Insistían los blanquirrojos desde los flancos, sobre todo por la izquierda desde la incorporación de Jon. Villoslada, a bocajarro, mandó el cuero por encima del larguero, primero, y poco después su remate de cabeza se perdió a la izquierda de la portería; Víctor remató en el segundo palo y Herce volvió a aparecer. No era el día y al Tedeón le salió casi todo bien. El Náxara, que recibe hoy al Pradejón, se puede poner líder en solitario si gana.