Los porteros bloquean la victoria

No se jugó a nada durante los primeros 45 minutos. Faltas, parones y protestas. El balón estuvo más tiempo parado que rodando. Hasta el arcoíris que se dejó ver en los primeros minutos del duelo , volvió a su hogar ante la atonía del partido. Un colocado disparo del rojillo Carlos Mendaza y que desvió a córner con una palomita Arróniz, fue lo más destacado de la primera parte. Y la primera exhibición de uno de los guardametas. La segunda fue del mismo. Arróniz volvió a sacar una mano en el último momento para evitar el gol de Daniel Reinares.

Y en el 83, Pablo Fernández dibujó una vaselina en la que no picó Marcos García, que la envió a la esquina con una prodigiosa estirada. Un gol cantado del otra vez, futbolista más desequilibrante del Comillas. Tirado a la derecha, fue el único jugador de campo que con sus arrancadas creaba algo de incertidumbre a la zaga navarra. César Balda, que entró en el tramo final del partido, tuvo en el descuento la victoria en sus botas con un certero disparo desde la frontal. Su rosca besó el travesaño y el gol se fue a las nubes. Empate a cero que no contentó a nadie.