Plácida goleada del Náxara

Por si fuera poco, ese segundo tanto, obra de Javi Martínez, tal vez junto a Pablo el mejor del partido, se produjo en situación bastante dudosa, lo que ocurre es que desde el minuto 34 se estaba jugando sin el juez de línea que cubría el ataque najerino y el árbitro lo tenía muy difícil para apreciar la jugada. Eso sí, el tanto que rompió el empate inicial fue de bella factura. Sergio Tamayo se internó superando a la defensa y pasó a Jorge García, que disparó contra la salida del meta Cristian, pero el rechace lo colocó dentro de la portería.

La primera mitad de los de Diego Martínez había sido para hacérselo mirar. Mucho patadón, imprecisiones en los pases, poca cohesión y nulo peligro si exceptuamos las jugadas de los goles. Enfrente, el equipo navarro se defendía con cierto orden y replegándose bien, aunque sin peligro en ataque.

Tras el descanso la cosa cambió. Los locales comenzaron a combinar con más criterio y completaban jugadas de mérito, con lo que el peligro rondaba con frecuencia la portería visitante. Por si fuera poco, tanto Pablo como Javi Martínez destapaban el tarro de las esencias y ponían en jaque a la defensa navarra.

Así llegó el tercer tanto. Jugada de tuya-mía entre los citados, con pase final de Pablo a Tamayo, que solo no tenía nada más que empujar el balón. Los otros dos tantos también tuvieron al lateral izquierdo local como alma mater.