Los obreros del fútbol riojano no pueden parar

La Tercera División riojana recibió con estupor la Circular 71 de la Federación Española en la que se conminaba a futbolistas «durante el tiempo que duren los entrenamientos y la competición posterior», es decir, unos 50 días, a no «hacer vida social y mantenerse en sus domicilios o lugares de concentración cuando terminan los entrenamientos». Para una categoría sin profesionales, con casi todos dependientes de su trabajo o estudiantes, la viabilidad de esa petición resulta inasumible. El fútbol es pasión para todos, pero no un medio de vida para la gran mayoría.

A la espera de que la RFEF flexibilice sus normas o haga la vista gorda, cuatro representantes de los clubes clasificados para la fase de ascenso a Segunda B (SDL, Varea, Casalarreina y Arnedo) mantienen su rutina de trabajo, como el resto de sus compañeros. Porque los obreros del fútbol riojano no pueden parar.