El Náxara vence con solvencia en su vuelta a la categoría

Sin embargo ayer, ante un equipo que la pasada temporada fue uno de los gallitos de la categoría, consiguió una victoria con solvencia y que pudo haber sido aún mayor, ya que Luis envió un penalti señalado por derribo de Orodea en el área, a las nubes.

Comenzó el partido con el dominio local, aunque los visitantes no perdían la cara al partido. Pero superados los primeros diez minutos, Miguel, en una gran jugada dentro del área, sorteando rivales, se plantaba ante el meta y le batía, demostrando que está de dulce de cara al gol.

A partir de ahí los blanquiazules se afirmaron sobre el césped y pasaron a dominar con claridad. Fruto de ello llegó el segundo tanto, un gran pase cruzado de Luis llegó a Izan que batió sin remisión a Oier. Llegada la media hora, tras la parada de hidratación, Miguel volvía a enviar el cuero al fondo de las mallas, aprovechando un gran centro de Izan para rematar de cabeza a gol.

Tras la reanudación del partido, los locales parecieron salir con un punto menos de intensidad, lo cual aprovecharon los gualdinegros para intentar acortar diferencias en el tanteador. Sin embargo los esfuerzos de los visitantes no obtenían fruto, en gran parte porque la defensa najerina no bajó su intensidad y gracias a su buena colocación impedía que sus rivales llegasen con peligro ante la meta defendida por Andrés.

Durante toda la segunda mitad un cierto aburrimiento se apoderó del ambiente en La Salera, si exceptuamos que en el minuto 52 Orodea era derribado dentro del área y el árbitro pitaba penalti. Pero Luis, el hombre que había marcado las penas máximas en la pretemporada, envió el cuero alto.

Muchos cambios por ambas partes acrecentaron esa sensación tediosa, hasta que muy cerca ya del final del encuentro, Carballo, que había entrado por Navajas unos minutos antes, recibía un balón dentro del área y tras realizarle un sombrero al guardameta rival, marcó a puerta vacía.

A partir de ahí ya no hubo nada. Los de Casalarreina seguían intentando marcar al menos un gol, pero su fútbol espeso no daba más de sí. Los najerinos mantenían su seriedad en la colocación sobre el campo y el final llegó con una ventaja sustancial en el luminoso.

De momento parece que los blanquiazules están dispuestos a asumir su rol de favoritos. Ahora habrá que ver cuando se enfrenten a rivales de más solvencia y, sobre todo, cómo se plantean los encuentros como visitantes.