La UD Logroñés B le endosa la primera derrota al Náxara

Han tenido que disputarse veintiuna jornadas en el grupo riojano de Tercera División para que se registrara la primera derrota del Náxara. La ciudad deportiva de la UD Logroñés vivió ayer una mañana con mucho ambiente, soleada y que finalizó con el triunfo del filial (3-1) que recorta la distancia con el Náxara hasta los siete puntos.

Ambiente de gala para presenciar el mejor partido posible en la categoría. Primero contra segundo. Y esa tensión se pudo ver desde el inicio. Cada balón era un tesoro y ambos equipos peleaban al máximo todas las acciones.

El que golpea primero golpea dos veces. El Náxara lo sabe y se sacudió la presión haciendo lo que sabe hacer muy bien: adelantarse en el marcador. Rojo se escapó por la banda izquierda y se plantó solo ante Iván, el portero de la UDL B tocó el balón, pero no pudo impedir que traspasase la línea de gol mansamente. No se había llegado al primer cuarto de hora.

Acusó el golpe el equipo del Yayo que necesitaba ganar para mantener algo de vida en lo que resta de temporada.

Toño, portero del Náxara, tuvo que salir a los pies de Iker fuera del área. Se animaba el partido.

Y cuando parecía que llegaba el descanso, la UDL B empató el partido en una buena acción por banda derecha de Iker, que llegó a línea de fondo y centró a la frontal del área. Musha acomodó el cuerpo, siguió el vuelo del balón con la mirada y conectó un fuerte chut que se alojó en la escuadra de la portería del Náxara. Un golazo que devolvía las tablas al partido. Poco más antes del descanso.

Se reanudó el juego con todo por decidir. Salió más ambiciosa la UDL B mientras que el Náxara optó por ceder la posesión del balón, hacerse fuerte atrás y buscar las contras.

Pero lo que llegó fue el segundo gol local gracias a la fe y las constancia de Estrecha, que persiguió una mala cesión, controló el esférico, sorteó a Toño y marcó a portería vacía. Solo se habían jugado diez minutos de la segunda mitad.

El portero local salió a los pies de Javier y el público de Nájera pidió falta. No señaló nada el colegiado. Poco a poco el Náxara embotelló a la UDL en su banda, atacando con criterio, por las bandas, poniendo buenos balones para la llegada de los delanteros.

En una de estas asistencias, de Ñoño, Villos cabeceó al larguero de la portería blanquirroja. Y lo que es el fútbol, del posible empate, al tercero y definitivo gol de la UD Logroñés B en la siguiente jugada, gracias a una contra que terminó bien Cayetano en el minuto 89.

Victoria blanquirroja que anima, solo un poco, la categoría.