Muchos goles, pero el ascenso deberá esperar

Al poco de arrancar de centro y en la primera llegada de los de Logroño al área local, se pitó penalti. Calvo abrió el marcador engañando al meta local Pinillos. Los azules pasaron por unos momentos en los que parecía que el partido no iba con ellos, hasta que en el minuto 7 un gran centro de Ballestero era cabeceado al fondo de la red por Elías.

El tanto sirvió de revulsivo para los locales, que empezaron a creer en sí mismos, lo malo para ellos fue que en un contragolpe, Benito se iba solo ante el portero y su chut era repelido por éste, con tanta fortuna para el delantero visitante que el rechace le pegó en la cabeza y el balón se fue al fondo de la portería.

Poco después, nuevo contraataque, y Guillermo sacaba de la línea de gol el que podía haber sido el tercer tanto de los racinguistas. Los locales entraron en unos momentos de desconcierto y una mala cesión defensiva fue recogida por Calvo, aunque su disparo fue parado por Pinillos. Minutos más tarde, mismos protagonistas y mismo resultado.

A la media hora, una falta lejana, tal vez a unos 30 metros, era sacada con maestría por Arana y el balón se alojaba en el fondo de la portería local. Todo parecía ya dispuesto para que los de Logroño celebrasen el ascenso de categoría. Sin embargo, cerca de llegar al descanso, un saque de esquina sacado por Elías, era cabeceado por Moha al fondo de la meta de Heras.

Tras la reanudación y después de que Benito obligara a Pinillos a realizar una buena intervención, los azules reaccionaron con bastante firmeza y después de un buen disparo de Urrecho que se fue ligeramente alto, el mismo delantero se zafó de la defensa y marcó el empate de tiro cruzado. Ni la afición local, y menos aún la visitante, daban crédito a lo visto.

Luego llegó la expulsión del defensa visitante Miguel, y los de Anguiano creyeron aún más en sus posibilidades. De nuevo Urrecho puso a prueba a Heras y tras el penalti lanzado a lo Panenka por Calvo, que Pinillos detuvo quedándose en el centro de la portería, llegó el tanto de cabeza de Urrecho que adelantaba los locales por primer vez en el marcador. De nuevo, incredulidad generalizada.

Antes del pitido final, Duce tuvo una ocasión para haber sentenciado, pero lo que llegó fue el empate definitivo. Almagro en el segundo palo, en un córner peinado por un compañero, estableció la igualada que no servía para ascender, al menos de momento.