Goleada para seguir creyendo

A la flojedad de los ayer naranjas, que dieron la sensación de haber asumido ya su descenso de categoría, se sumó el gol tempranero que pareció desconcertarles aún más. Pronto llegaron los otros tres goles, fruto de la endeblez defensiva de los avioneros, sin menospreciar la solvencia ofensiva de los serranos, con Dani Gómez y Arnáez como precisos rematadores y Javi Pavía de asistente en los centros al área.

Por si fuera poco, antes del descanso Íñigo aprovechó una salida casi hasta el centro del campo del meta José Mari para despejar un balón demasiado corto, para recoger el cuero y, sin pensárselo dos veces, lanzar una precisa y larga volea desde casi 60 metros y embocar el cuero en las mallas visitantes.

Tras el descanso llegó otro jarro de agua fría para los de Agoncillo, por si tenían algún tipo de esperanza, ya que no había transcurrido ni un minuto cuando los azules marcaron el sexto tanto. De nuevo Javi Pavía se convirtió en el asistente de Arnáez, tras una galopada por la banda y el centro que toco sutilmente el delantero serrano.

Lo cierto es, que la segunda mitad entre cambios, que los visitantes se emplearon con algo más de intensidad y que los locales parecieron levantar algo el pie del acelerador, pasó más bien sin pena ni gloria, a excepción del tanto de los de Santolaya que solamente sirvió como el gol del honor.

De esta manera, los azules se mantienen al acecho de posibles fallos de quienes les preceden, para poder optar a ese cuarto puesto que se antoja casi inalcanzable. Pero, como suele decirse, mientras hay vida hay esperanza.