Gesta del Alfaro ante el Casalarreina

A la cuarta jornada en casa, octava en el calendario, pudo brindar el Alfaro ayer una victoria esta temporada en casa a su afición. Y lo hizo a lo grande, ante un Casalarreina que llegaba segundo a una Molineta con ambiente de gala, animando la grada de principio a fin como en las grandes ocasiones. Y tras los sinsabores de las protestas arbitrales anteriores, también ayer ante la incomprendida expulsión de Jaime en el 44, porque su asistencia a León vale 3 puntos que sitúan al Alfaro segundo en la tabla.

La primera llegada fue del Casalarreina. Pero acto seguido, el Alfaro asumió el guion ofensivo del partido, comenzó a jugar al toque, en corto, basculando sobre Íñigo para buscar bandas con León y Pirri y desmarque de Álex y Lacruz. La primera llegada era en el 11, una dejada atrás de Héctor a Álex que cruzó en exceso. En el 17, Íñigo la buscaba en el primer palo, pero su disparo lo blocaba la defensa. La conexión Héctor-Álex se repitió en el 22, pero el cabezazo salió alto.

El dominio era alfareño. Pero el Casalarreina se mostraba muy veloz en la vertical, y en pocos pasos se presentaba ante puerta, como un disparo de Duce o un balón que llegó en tres movimientos a Baztán, cuyo disparo lamió el poste en el 25.

Le costaba al Alfaro trasladar su control de balón y territorio en ocasiones. Hasta que en el 38 Jaime avanzó por la banda izquierda y puso un pase de listo a la espalda de la defensa para que León entrara por el segundo palo y empujara a gol.

La respuesta visitante volvió a ser vertical y rápida. Al intentar cortar en alto un pase largo a la carrera de Orive, el blanquillo Jaime se lo llevó por delante. El colegiado le mostró la roja sin dudar. Entre las protestas alfareñas, su línea le indicó que la acción quedaba invalidada por fuera de juego. Aún así, interpretó agresión y expulsó a Jaime, entre la incomprensión y, de nuevo, el enfado blanquillo.

El Alfaro afrontaba la segunda parte con diez. Y aún así, mantuvo más balón, llegó a más áreas y creó ocasiones frente a un Casalarreina sin muchos argumentos ofensivos más allá del peligro constante de Orive por la izquierda. Sola tuvo que cerrarle dos entradas al área al principio del tiempo. En el 48, un rechace cayó en el área pequeña a Lacruz, pero remató fuera.

En un derroche defensivo, el Alfaro apretaba desde la medular y no dejaba que el Casalarreina pisara su campo. A partir del 75 los visitantes adelantaron líneas. Orive lanzó un zurdazo alto en el 75 y otro que paró Sola en el 82. En el 86, le frenó otra nueva internada. De ahí al final el Alfaro mantuvo el balón para no sufrir más.