Otro ejemplo de efectividad

No lo tuvo fácil el conjunto blanquiazul, ya que se enfrentó a una UD Logroñés B que movió el balón con criterio y no rehuyó en ningún momento la pelea, pero que pecó de todo lo contrario que su rival, la falta de acierto en el remate. A pesar de que últimamente los najerinos están dando demasiadas facilidades en la zaga, con despistes defensivos que les hacen encajar más goles de los que tenían acostumbrada a su hinchada.

La primera ocasión de ayer fue para los blanquirrojos por mediación de David, a los cinco minutos, obligando a Heras a estirarse para desviar el cuero. Minutos más tarde llegó la réplica por medio del lateral Pablo, ayer de extremo izquierdo, que desbarató el meta César saliendo a sus pies. Poco después, el logroñés Sergio remataba de cabeza fuera por muy poco.

Acto seguido llegaba el primer contratiempo para los locales al lesionarse el central Nika. Entraba Rojo por él, y un minuto más tarde disponía de una gran ocasión que frustraba César por dos veces, ya que el rechace lo remataba Miguel con el mismo resultado. Casi sin solución de continuidad, Orodea abría el marcador rematando un córner sacado por Pablo. Antes de acabar la primera mitad, Miguel estrellaba un balón en el larguero visitante y Achi se tenía que retirar del campo indispuesto, entrando Sergio Tamayo.

La segunda mitad comenzaba con el empate de los blanquirrojos a los cuatro minutos, obra de Iglesias, que disparó raso con la zurda desde el borde del área y el balón se coló rozando la cepa del poste izquierdo de la meta de Heras. Poco duró la decepción en unos y la alegría en los contrarios, ya que en un minuto Javi Martínez volvía a adelantar a su equipo, en una buena jugada de Rojo.

Unos pocos minutos más tarde, y cuando el juego se repartía entre ambos contendientes, un fallo al sacar de puerta César demasiado corto, propiciaba el tercer tanto local por parte de Miguel, a pase de Orodea. Los visitantes, lejos de venirse abajo, continuaron con su buen trato de balón, pero también con su escasa efectividad rematadora, a pesar de los desajustes defensivos de los blanquiazules.