En la efectividad estuvo la clave

No había transcurrido ni un minuto desde el pitido inicial cuando los visitantes tuvieron una oportunidad de oro para adelantarse en el tanteador, al ejecutar un libre indirecto dentro del área Damián, que tocó en corto para que Igor rematase duro pero contra la barrera.

Sin embargo, cinco minutos más tarde, fue otro central, el local Eloy, el que hizo subir al marcador el primer tanto del encuentro. Pablo sacó un córner a la izquierda del meta Casaus, y el blanquiazul se elevó con potencia para enviar el cuero a la red.

Los alfareños no se vinieron abajo, al contrario, con un buen tratamiento del balón, se iban imponiendo a los najerinos, impidiendo que los centrocampistas locales armasen jugadas de ataque y cuando estaban a punto de lograrlo, la defensa las desbarataba. En todo ello tuvo mucha culpa Baba, bien respaldado por sus compañeros, que consiguieron eclipsar a un centro del campo najerino que suele brillar cada domingo.

No obstante, un error defensivo visitante permitió a Achi plantarse ante la salida de Casaus, superarle por alto con un toque de espuela, y plantarse a puerta vacía para hacer el segundo tanto. No se podía lograr más con menos. Hasta el final del primer tiempo los alfareños lo siguieron intentando, pero sin éxito.

Tras la reanudación, los de Arpón salieron dispuestos a acortar distancias y, si fuera posible, a empatar la contienda. No lo lograron pero se hicieron dueños y señores del partido, eso sí, a expensas de que uno de los eléctricos contragolpes najerinos les abriera una brecha mayor. Tras un par de ocasiones para haber acortado la diferencia, llegó el tanto de Baba, quien remató de cabeza a la red un centro de Pirri.

Lo siguieron intentando los riojabajeños, pero a medida que iba pasando el tiempo iban notando el esfuerzo y sus acercamientos a la meta de Heras seguían adoleciendo de falta de efectividad. Por si fuera poco, a falta de siete minutos para el final, Lozano aprovechaba un despiste defensivo dentro del área para hacer el tercero para los najerinos y ahí se acabó la historia.