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Todos los inicios de curso son prometedores. Con las energías cargadas, los jugadores se reencuentran con el verde tras semanas alejados de los terrenos de juego. Esta energía pudo sentirse ayer en Pradoviejo, lugar donde el Balsamaiso comenzó a andar en los primeros entrenamientos ... de una ilusionante y fructífera temporada. Y es que el conjunto de Logroño no solo encara este curso como su vuelta a la Tercera riojana tras su ascenso sino que además lo hace como filial de la SD Logroñés.
Un total de 19 jugadores, 18 de ellos sub- 23, conforman el nuevo Balsamaiso. Un club que ha hecho un enorme esfuerzo este verano para fichar a futbolistas de gran calidad con los que grabar su nombre dentro de la categoría riojana. Asimismo, el club ha configurado su proyecto para nutrir de jugadores al primer equipo de Raúl Llona. Algo que ya ha podido verse en los primeros partidos de preparación de la SD Logroñés en los que varios jugadores del filial han podido sumar minutos junto a la Sociedad. Muestra de ello han sido el meta Oriol, que debutó contra el Deportivo Aragón; Hassou, Thompson, Pol Sánchez, Carrillo y Maroto entre otros. Este último apareció en el once inicial presentado por Llona en el partido disputado el pasado miércoles en Las Viñas.
Más allá de este acuerdo de filialidad que une ambos clubes, el Balsamaiso quiere llegar al inicio de curso en la mejor forma física posible. Para ello, el equipo logroñés ha presentado una competitiva pretemporada con siete partidos amistosos cerrados. Durante el mes de agosto se medirá al Bañuelos, Cenicero, Numancia B, Villegas, Cirbonero y San Ignacio cerrando la fase de preparación con el duelo contra el Oberena del 2 de septiembre.
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