Un Anguiano épico vence al Náxara

Todo el mundo esperaba un choque de esos que hacen saltar las chispas, en un partido de rivalidad comarcal entre los dos equipos de la cuenca del río Najerilla. No defraudaron los primeros 45 minutos en ese sentido. Fútbol de calidad no se veía mucho, pero intensidad había de sobra. Los dos luchaban con denuedo por hacerse con el balón, aunque cuando lo tenían abusaban del juego en largo, lo que facilitaba la labor defensiva. Sin embargo, superado el primer cuarto de hora, la zaga najerina no acertaba a despejar un balón, con varios rechaces cortos, y en el último Efrén no perdonó.

La réplica llegó de la cabeza de Javi Martínez a la salida de un córner, que obligó a Pinillos a realizar una gran intervención. La reacción de los blanquiazules no se había hecho esperar y antes de cumplirse la primera media hora, Dani Gómez se internaba en el área y su chut acababa en la red. Minutos después, con los locales algo tocados, Orodea filtraba un gran balón a Dani Gómez y éste, solo ante el meta, chutaba mal para que Pinillos detuviese. Antes de irse al vestuario, Orodea remataba de cabeza lejos de las manos del portero y lograba la remontada.

De vuelta al césped, los azules conseguía una nueva igualada con un tanto muy parecido al anterior. Navajas remataba de cabeza superando por alto a Gonzalo. Con el empate los locales parecieron recibir una inyección de fe en sí mismos, y se fueron a por la victoria. Isra y Navajas tuvieron dos ocasiones muy claras, pero la precipitación hizo que sus disparos se fueran desviados.

El partido volvió a la pelea intensa, sin un dominador claro, pero con la sensación de algo más de peligro por parte de los azules. No obstante, en el minuto 62, Miguel pudo deshacer la igualada. Después llegaron las expulsiones de Moha e Íñigo, y cuando parecía que era la ocasión de los najerinos para llevarse el partido, fueron los de Anguiano los que por medio de Jorge y Navajas pudieron colocar a su equipo por delante. Con el tiempo añadido, Adrián remató de cabeza a la escuadra y Pinillos despejó. En el contragolpe, Héctor se escapó y se plantó ante la portería desguarnecida para hacer el épico 3-2.