Mereció más el Agoncillo en su partido de ayer contra la Oyonesa. El club de Iban Díaz de Guereñu no consiguió anotar, a pesar de sus muchas ocasiones, mientras el equipo alavés resultó ser más efectivo logrando imponerse con un penalti, transformado por Santolaya, y ... con un gol de Enzo en el segundo tiempo.
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Los compases iniciales fueron para una Oyonesa que salió al verde con la intención de resarcirse de sus dos derrotas consecutivas. A los del Agoncillo les costó entrar un poco más en el partido, decantándose por la estrategia de acercarse a la puerta de Félix a través de los saques de esquina. Uno de ellos propició la ocasión más clara de los visitantes, con un gol fantasma que ponía Urko bajo palos. La siguiente fue para los alaveses, que con un penalti transformado por Santolaya, en el minuto 33, se ponían delante en el marcador. Consecuencia de ello, y tras muchas quejas, el técnico del Agoncillo era obligado a salir del Mundial'82.
El Agoncillo subió la intensidad del choque en la segunda parte. Después de dos avisos consecutivos a la puerta de Félix, Enzo dejaba sentenciado el duelo con un tanto de vaselina en el minuto 60.
Oyonesa
2
-
0
Agoncillo
OYONESA Kevin, Faik, Javier (Bilal, m. 77), Escribano, Santamaría (Enzo, m. 54), Diego (Berna, m. 64), Félix, Raúl, Santolaya, Briones y Costa (Lucas, m. 77).
agoncillo Pastor, Antón (Emilio, m. 63), Moisés, Ismael (Guillermo, m. 77), Urko, Andrés, Rubén, Jorge (Manero, m. 40), Ganzabal, Montoya e Ion Ander.
goles 1-0, m. 33. Santolaya (p). 2-0, m. 60. Enzo.
árbitro Gonzalo Vélez Castelar. Amonestó a los locales Costa, Berna y Briones; y a los visitantes Andrés, Urko, Miguel, Jorge e Ismael. Expulsó, por acumulación de tarjetas, a Iban Díaz de Guereñu.
A pesar del resultado y del crono en contra, los avioneros no mermaron sus acometidas en el área rival. Primero lo intentó Urko con un disparo desde fuera del área, sofocado por el meta de la Oyonesa. Después lo buscó Emi con un trallazo, demasiado escorado, que se fue por la línea de fondo por milímetros. Nada entraba.
La suerte no estuvo del lado de un Agoncillo que plantó cara a una Oyonesa más efectiva.
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