El Calahorra, tampoco

Una temporada más, el fútbol riojano se queda sin ascenso a la categoría de bronce, en la que la UDL se mantiene como el único representante. Anguiano, SDL, Náxara y Calahorra han caído, los dos últimos de forma especialmente dolorosa, cuando tocaban el premio con las yemas de los dedos.

Este domingo, el equipo pacense comenzó más fuerte que los rojillos. Saltó a La Planilla con la clara intención de marcar terreno cuanto antes (José Manuel vio la primera amarilla del partido sin que apenas hubieran transcurrido dos minutos de juego) y de lanzarse en busca de un gol que les abriera cuanto antes las puertas de la categoría superior tras el empate de la ida en el Nuevo Vivero. A los cuatro minutos, Joaqui ya se había plantado frente a Txerra pero el portero local desbarató la ocasión visitante.

Un cuarto de hora le costó al Calahorra comenzar a soltarse los nervios y a asentarse en el trascendental choque. Y no tardó mucho en encontrar su ocasión y aprovecharla. En el minuto 23, Astudillo cayó en el área pacense y el colegiado, Mikel Sarasua, señaló el punto de penalti. Satrústegui se encargó de anotar la pena máxima para adelantar a los riojanos en el marcador. Corría el minuto 25 y todavía quedaba mucha tela que cortar.

De hecho, el Badajoz no se amilanó ante el golpe recibido y, poco después del tanto local, Álex Herrera lanzó alto el balón en una ocasión clarísima. Los calagurritanos mandaban en la eliminatoria pero la afición local tenía el miedo metido en el cuerpo porque era el rival el que llevaba constantemente la iniciativa.

La tensión se podía palpar en los jugadores. Bastaba con ver que en la primera mitad la cuenta de tarjetas amarillas ya había alcanzado la media docena, tres por cada bando, y había sido expulsado el preparador físico riojano, Fernando Belloso. Llegaba el descanso, con los nervios a flor de piel en ambos banquillos y con una afición rojilla volcada con los suyos al grito del 'Chorra, tú eres Calahorra'.

El cariz con el que comenzó la segunda mitad no cambió sobre lo visto en los primeros 45 minutos. El Badajoz, obligado por el gol de Satrústegui y con el tiempo corriendo en su contra, siguió buscando la meta riojana bajo una intensa lluvia. Un tanto le ponía en Segunda B.

Mario León la tuvo para sentenciar y Txerra volvió a estar providencial para evitar el empate mientras el tiempo avanzaba a favor de los riojanos.

Tanto jugó al límite el Calahorra que acabó por pagarlo. En el minuto 71, Ruano marcó un golazo en un tiro de falta desde la frontal del área. Empate a uno. El ascenso se iba para Extremadura.

Poco después, Gabri se desataba con una gran jugada individual y acabó cediendo el balón a Joaqui para que lograra a placer el gol que daba la vuelta al marcador y alejara la Segunda B a un mundo de los de Arévalo.

No hubo milagro pese a los últimos intentos rojillos y a los ánimos de su afición. Al final, el premio se lo llevó el Badajoz y la numerosa hinchada visitante lo festejó como se merecía el salto a la tercera categoría del fútbol nacional.

El 'no ascenso' a Segunda B del Calahorra, además, también aguó la fiesta al Alberite, que no consigue subir al grupo riojano de Tercera División al no dejar su plaza libre el equipo rojillo.