El remate de Orodea, en el suelo, se convierte en el 2-0. ::

El Náxara pasa por encima del Arnedo

Los visitantes se vieron impotentes en todo momento para frenar el buen juego local

Felix Dominguez

Martes, 21 de febrero 2017, 11:29

El Náxara pasó por encima del Arnedo ayer en La Salera, donde sobre el terreno de juego no hubo nada más que un equipo, el blanquiazul. A modo de justificación para los arnedanos, tal vez haya que decir que antes de que se hubiesen jugado ... los primeros 10 minutos, los blanquillos, ayer de negro y amarillo, ya habían encajado dos tantos, que se convirtieron en una pesada losa sobre sus espaldas.

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Por el contrario, a los locales esa ventaja les vino bien para poder desarrollar todo su buen juego, a base de mover la pelota con criterio y, sobre todo, con verticalidad, con lo que desbordaban a la media y la defensa visitante casi constantemente. Rojo por la banda izquierda y Achi, Javito y Orodea más centrados, volvían loca a la defensa y obligaban al meta Pablo a convertirse en el mejor de su equipo.

Tras el 2-0 y durante cerca de 20 minutos, los riojabajeños parecieron coger el pulso al partido, y los ataques constantes de los najerinos resultaban menos peligrosos. Sin embargo, el tercer y cuarto tantos sepultaron a los pupilos de Mikel Ramos en la vulgaridad más anodina. Es preciso reseñar que el tercer tanto, obra de Achi, resultó de una bella factura. Recogió un rechace defensivo en un córner y con un toque seco y colocado con la zurda, puso el balón en la escuadra desde fuera del área.

Antes del descanso llegaron los dos únicos acercamientos arnedanos con cierto peligro. En ambos casos fue Héctor quien aprovechó un balón despejado por su defensa en largo, para plantarse ante el guardameta local Calderón, quien evitó los tantos.

Tras la reanudación y con el Náxara desarrollando su juego con un poco menos de intensidad que en la primera parte, la tónica del partido siguió siendo la misma. El Arnedo tratando de que la diferencia en el marcador no aumentase y el Náxara jugando la pelota con criterio porque sabían que, tarde o temprano iban a seguir cayendo los tantos.

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Al final fueron siete, pero podían haber sido algunos más. Algunos fallos en los remates y la buena actuación de Pablo, evitaron que los guarismos pasasen del 7. Así, los blanquiazules conservan la tercera plaza y están más cerca de la primera.

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