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JOSÉ MARTÍNEZ GLERA E IÑAKI GARCÍA
Viernes, 31 de octubre 2014, 10:43
El domingo, 19 de octubre, Javier Arza, jugador del Agoncillo, era trasladado a un centro hospitalario después de darse un fuerte golpe en la cabeza contra la valla que separa el terreno de juego del público en San Roque. Todo ... quedó en un susto. Esa valla es de hormigón, algo habitual en los campos de la geografía riojana hasta hace unos años, aunque aún hay algunos recintos que las mantienen. Es una cuestión de cultura. ¿Cómo debe ser una valla? ¿Qué requisitos debe cumplir? Preguntas que se responden con consejos o sugerencias. No hay nada legislado... salvo la distancia entre el terreno de juego y la valla.
Agoncillo es uno de esos campos vallados con hormigón, aunque no el único. Varea también presenta postes y vigas para cerrar el perímetro. El antiguo Prado Viejo también tenía hormigón; y el viejo Las Gaunas. La clave está en la distancia entre la líneas de banda y el vallado.
Pedro Fernández, secretario de la Federación Riojana de Fútbol, afirma que el único apunte escrito sobre este asunto se puede leer en las Reglas del Juego. «En el Reglamento General de la Federación Española no se recoge nada. Es en las Reglas de Juego donde se especifica que debe haber al menos un metro de distancia entre la línea de banda y la valla», indica Fernández. Y la FIFA va más allá. Según categorías y torneos varía su propuesta, pero fija que al menos debe existir 1,5 metros de distancia entre ambas delimitaciones.
Recomendaciones
«Nosotros recomendamos un vallado moderno, como los que se ven en Pradoviejo o en La Estrella. Un vallado que no sea dañino o perjudique al jugador en caso de impacto. Ahora bien, es una recomendación que hacemos a los clubes porque, además, nos encontramos con que los campos de fútbol suelen ser de titularidad municipal y nosotros no podemos decir nada a los ayuntamientos», explica Pedro Fernández.
El dirigente federativo se refiere a vallas que son de metal y que, además, no contemplan publicidad sobre chapa, sino sobre lonas que se colocan a modo de fundas. En Pradoviejo o en La Planilla se pueden apreciar. En Varea se mantiene el hormigón, pero en la publicidad se han realizado cambios. «Por nuestra cuenta, optamos por quitar las chapas de publicidad que podían provocar cortes y ser peligrosas y dejar la valla libre», cuenta Diego Aguado, presidente del club arlequinado. «Ahora vamos a colocar alguna publicidad más, pero estará hecha sobre lona», añade.
También hay casos que los que la valla no deja de ser un simple hierro, como en Casalarreina, con el riesgo que conlleva para el jugador, como se puede apreciar en la imagen superior. Alfaro también cuentas con hormigón en sus vallas. En el caso de La Molineta entraña menor peligro, ya que la pared se encuentra muy lejana al rectángulo de juego. De ese material están hechos también, por ejemplo, los banquillos del campo de La Salera de Nájera. Antiguamente, también lo estaban los de otros terrenos de juego como el de San Roque, pero en la mayoría se han ido sustituyendo por otros con una estructura menos rígida.
Posibles soluciones
Entonces, cuáles son las soluciones. Varias. Primero, sustituir la valla de hormigón por una de metal; segundo, aumentar la distancia entre la línea de banda y la valla. Los clubes asumen que el coste es enorme, por lo que la propuesta es más sencilla: estrechar el rectángulo de juego. «Si un campo tiene unas medidas de 90 metros de largo por 45 de ancho, se puede jugar a fútbol», recuerda Pedro Fernández. Diferente es que los clubes quieran estrecharlos.
En Agoncillo, tras el tremendo susto de Arza, ya se han planteado tomar medidas. «Al día siguiente del golpe nos pusimos a mirar, de la mano del Ayuntamiento y de un aparejador, qué podíamos hacer para minimizar los riesgos», explica Daniel Pascual, directivo de la entidad avionera. «Hemos decidido poner la separación más atrasada y buscar un material que pueda resultar 'antigolpes' o que minimice al máximo las consecuencias de una acción como la ocurrida con Arza», añade. Una obra que estará presupuestada para la próxima temporada. Los responsables del Agoncillo quieren evitar de esta manera choques como el que sufrió el lateral del equipo dirigido por Israel Villarreal. En otros campos, de momento, se mantendrá la disposición actual del vallado con la esperanza de que no se vuelvan a repetir episodios como los de Arza. Que no haya más sustos.
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