Quesada esquiva la entrada de Gabri.

El Náxara se enreda en La Ribera

Los blanquiazules, que se caen de la cabeza, son incapaces de superar en un mal partido a un serio y ordenado Villegas

Sergio Martínez

Martes, 14 de octubre 2014, 14:00

El Náxara tuvo ayer uno de esos días en los que no, es que no. Ni siquiera las individualidades consiguieron evitar que el empate a cero inicial fuese el resultado definitivo. El atasco fue considerable, pero buena parte de la culpa la tuvo un Villegas ... impecable en el aspecto defensivo y que no renunció a lograr un mayor botín.

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Los compases iniciales del partido ofrecieron las pinceladas de lo que sería el resto del encuentro. El Náxara salió decidido a hacerse con el mando, pero algo no funcionaba. El juego era muy precipitado, las bandas no aparecían y el balón parado, una de las armas principales de los najerinos, inocuo. Sólo daba sensación de peligro el Náxara cuando se lanzaba al contragolpe. El Villegas secaba el juego visitante, con una presión intensa y constantes apoyos, buscando además su oportunidad en ataque. Una falta de Cosmin obligó a Fermín a estirarse, mientras que Quesada, muy activo, gozó de su ocasión en una jugada personal que le llevó a la frontal, donde sacó un disparo bien dirigido que taponó Arturo lanzándose al suelo.

Un síntoma evidente de que la primera parte del Náxara había sido deslucida fue la sustitución al descanso de Jorge Arnáez, un imprescindible en el esquema de Santibáñez. Poco cambió el panorama. La segunda mitad arrancó con el Náxara dominando de nuevo, ahora con algo más posesión, pero las ideas seguían escaseando. El Villegas no bajaba la exigencia defensiva, aunque se permitía menos alegrías en ataque. La gasolina no daba para todo.

Los minutos pasaban y las ocasiones apenas llegaban. Quizá la mejor jugada del Náxara llegó en el minuto 65, en la que Jorge García colgó un centro desde la banda izquierda que cabeceó perfecto Javi Martínez, pero Rusca, casi inédito hasta el momento, sacó una mano salvadora. No estaban los najerinos para desaprovechar ocasiones. Apretaban, pero el final se acercaba y el empuje no era suficiente. Después, justo antes del noventa, Javi Martínez estrelló un disparo en el larguero. El Villegas se esforzaba para contener a su rival, en un meritorio partido que le acabó otorgando una recompensa valiosa ante uno de los favoritos.

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