Carlos Ferrer Yábar
Martes, 7 de octubre 2014, 11:26
El empate penaliza y si es a cero goles, deja además un agrio sabor de boca entre los aficionados que acuden a ver el partido. Y eso es lo que pasó ayer en La Planilla, donde Calahorra y Anguiano protagonizaron un encuentro con escasas ocasiones ... de gol, con muy poca pegada en las áreas.
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Al final , empate sin goles y un punto para cada equipo, lo que les hace bajar dos puestos en la clasificación. Si antes de empezar la jornada, eran tercero y cuarto, en puestos de play off, ayer se quedaron quinto y sexto, respectivamente, por culpa de la falta de recursos ofensivos en ambas áreas.
Cierto es que el Calahorra comenzó con mucha más fuerza y llegando por las bandas para intentar hacer daño a un Pisón muy seguro bajo los palos. Detuvo disparos y cabezazos, sin demasiado peligro y despejó de puños un fuerte centro de Chacón desde la banda.
Sin embargo, en ese comienzo casi eléctrico de los rojillos hasta que llegaba el momento de rematar, el que tuvo la mejor ocasión fue el Anguiano, con un disparo de Íñigo al poste derecho de Picuchos, con el susto correspondiente para la parroquia calahorrana.
Mucho juego en el centro del campo, con el Calahorra como dominador, pero con una defensa serrana que tampoco daba opción al lucimiento de los delanteros. Arévalo había colocado casi toda su artillería sobre el césped, con excepción de Noé e Iván Garrido, que saldrían en el tramo final, pero que tampoco dieron soluciones.
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Herrero había montado un esquema muy difícil de superar, con muchos hombres en la zona central y los laterales trabajando a destajo para evitar el peligro rojillo.
En el segundo tiempo se mantuvo la mayor llegada local. Incluso se produjeron varias faltas cerca del área que podían ser decisivas, pero no hubo forma de rematar entre los tres palos. Sota, primero, Herce, después, y Martín ya en el tramo final, cabecearon al lanzamiento de sendas faltas, pero con el punto de mitra desviado. Sotés lanzaba el único disparo del Anguiano con Joni debutando en la portería por lesión de Picuchos, y pare usted de contar.
En los minutos finales, un disparo de Noé se paseó por el área chica del conjunto serrano y no tuvo nadie que pudiera rematar. Fue el canto del cisne para ambos equipos, que ya no tuvieron ocasión de hacer nada más. La falta de pegada les penalizó a los dos.
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