El Varea golea al Ciudad entre dos feas tanganas

Para evitar sobresaltos, seguramente con el recuerdo de que los alfareños habían remontado el 2-0 que firmaba el Calahorra la pasada jornada, el Varea saltó a La Molineta a avasallar, a sentenciar lo antes posible. Tras los primeros compases de contacto, en el minuto 11, Esaúl puso una falta al segundo palo, por donde entraba Aguinaga para cabecear por la escuadra. Con el gol, el Varea siguió jugando en el campo del Ciudad y un remate de Rubén Pérez y otro de Aguinaga tras un rechace marcaban sus intenciones. En el 18, Pérez abría una contra a la derecha para que Esaúl se escorara y pusiera un nuevo centro, que Garrido cabeceó cruzado lejos de Álvaro.

La presión visitante siguió anulando la salida de balón del Ciudad, que perdía el centro del campo. Y tocando rápido, en un solo pase, el Varea mostraba un gran juego. Ejemplo de ello fue la jugada que Garrido sacó desde el carril central en su campo, abriendo a la derecha a Efrén, quien encontró a la carrera a Esaúl entrando al área. En la carga, el colegiado señaló penalti de Navajas, muy discutido por los locales. Rubén Pérez engañó a Álvaro y puso el tercero en el marcador.

Con el 0-3 que casi sentenciaba el encuentro, Pitu y Romanos se enzarzaron en una serie de empujones en el 24 por una falta en la medular al que se sumaron jugadores y técnicos de ambos equipos.

Aunque relajó su presión, el Varea mantenía el balón, trazaba entre las líneas alfareñas, basculaba el juego para aclarar su ataque y seguía contando ocasiones, como el pase de la muerte de Garrido en el 27 que se coló entre los defensas y Borja remató alto cuando tenía la portería para él; cuatro minutos después, Borja elevó el balón para que llegara a Rubén Pérez, que sorteó a Álvaro y su gol lo salvó Adolfo; en el 34, Borja empalmó un centro de Efrén que desvió Álvaro de estirada.

El Ciudad logró mantener más el balón y avanzar metros en la recta final de la primera parte, en la que sufrió la lesión de Romanos. Tras el descanso, Sanz probó desde la frontal a Rubén en su primer disparo. Pero una dura entrada de Esaúl a Luisan al borde de la banda en el centro del campo, que tuvo que retirarse con la rodilla sangrando, provocó una larga tangana entre los dos equipos. Con los ánimo muy calientes, el partido perdió ritmo y ganó excesiva tensión.

Tras quedar con diez el Ciudad por la doble amarilla de Navajas, el Varea ganó metros y terminó la goleada con una entrada de Garrido que batió raso a Álvaro y con un centro de Pinilla que cabeceó Aguinaga entrando sólo al área.