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Sergio Martínez
Martes, 29 de abril 2014, 18:02
Era un día para seguir sumando hacia el objetivo, sin apuros. Cumplir el trámite cuanto antes para ponerse a pensar en las próximas citas, sin duda más duras. Antes de visitarle el jueves, el Náxara arrebató la tercera plaza al Vianés gracias un triunfo cómodo, ... con cinco goles que pudieron ser más frente a un Alberite desahuciado.
Pese al resultado inicial, al comienzo del partido existía el riesgo de la sorpresa, de que si el primer gol no llegaba apareciesen los nervios. Costó quizá más de lo deseado para los najerinos. El Alberite, con varios juveniles, se esforzó en resistir todo lo que pudo, frenando a los blanquiazules durante casi toda la primera mitad.
El Náxara mandaba, pero no encontraba el camino para llegar con claridad hasta la meta defendida por Iker. Hasta el minuto 39. Quirino, uno de los hombres más activos del partido, recibió en la banda y sorteó a varios rivales en su carrera hacia el interior hasta encontrar a Orodea junto a la frontal. El delantero, recibió, se perfiló y cruzó rasa junto al poste para poner el primero. Una vez abierta la lata, Carlos estableció el segundo dos minutos después, cabeceando con poderío en un saque de esquina. Pero la fortuna dejó de sonreír a los najerinos justo antes del descanso, cuando en un encontronazo con Pablo, De Val sufría una lesión en la rodilla que le obligó a dejar el césped rogando que no fuese de alcance.
De Val dejó hueco a Matute, que se convirtió en el protagonista de la segunda mitad. El Alberite intentó una reacción tímida en los primeros minutos, con un disparo de Oregui que pegó en el lateral de la red como la mejor ocasión, pero el Náxara acabó de sentenciar. En el minuto 63, Matute dejó desde la esquina del área una precisa asistencia a la llegada de Quirino, que empujó al fondo de las mallas. Once minutos después, ruleta y derechazo desde fuera del área directo a la escuadra de Matute. El gol de la tarde.
El partido se apagaba con escaso interés. El conjunto visitante puso el quinto a diez minutos del final, con una buena definición de Lozano tras recibir de Quirino. Fue el último de milagro. El mismo Lozano estrelló después un disparo en el poste y Javi Martínez, que se quedó sin gol, un cabezazo en el travesaño. El pitido final fue un suspiro para el Alberite. El Náxara daba otro paso.
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