Tres puntos de sudor

A los doce minutos, Rubén Pérez recibió en la frontal, entró en el área en pugna con Héctor y definió por encima de Raúl. Un gol que marcaba un partido que anunciaba fuertes emociones. El Varea había variado su once tipo, con Chimbo en el banquillo y apostando por Garrido en la izquierda. El Náxara, con numerosas bajas, no presentó sorpresas. Le costó algo reaccionar, pero poco a poco fue ganando presencia, haciéndose con la posesión pero sufriendo para superar la intensa presión del Varea.

En torno a la media hora comenzaron los acercamientos. Rubén sacó con los puños un centro de Quirino antes de que Orodea rematase, mientras que Jorge falló después la ocasión más clara al mandar alto un remate en el área pequeña. El gol llegó, pero fue anulado por un dudoso fuera de juego. Héctor cabeceó en plancha una falta al fondo de las mallas, en posición ilegal, a interpretación del juez de línea. Justo antes del descanso, Pardo remató al palo de la meta najerina un saque de esquina.

La segunda mitad se animó pronto con una acción calcada a la de la primera parte. Una falta colgada al área que cabeceaba Héctor al fondo de las mallas, anulada por fuera de juego. Otra ocasión perdida, y es que el Náxara, pese a su empeño, le faltó remate. Orodea estuvo bien sujetado por Pardo y Xabi y adquirieron protagonismo en los blanquiazules secundarios de lujo como Quirino, Adrián, Madero y Arturo.

Al Náxara le costaba llegar con peligro, mientras que a la contra, el Varea rozaba el segundo. En el minuto 77, Esaúl entraba en el área tras un fabuloso control y caía trastabillado por Arturo. El colegiado pitaba penalti. Chimbo se disponía a sentenciar, pero Raúl voló a ras de suelo para desviar su ajustado disparo. Un vida extra para el Náxara.

El juvenil Javi Pérez dejó al corazón del área, donde Javi Martínez erraba al enganchar un zurdazo que ni siquiera se dirigió a portería. El Náxara exigía en los últimos minutos a un Varea sobrio, esforzado. Pero el conjunto najerino no tuvo rédito. Los arlequinados mantienen la cabeza y el Náxara siente con más intensidad la presión del Anguiano y el Calahorra.