Ernesto Pascual
Lunes, 14 de abril 2014, 19:17
Dos meses y medio después, el Alfaro volvió a vencer ante su afición. Pese a hacerlo sin brillo frente a un trabajador y entregado Pradejón, arrastrando la pérdida de la identidad de fútbol rápido, de toque y conexión, la segunda victoria consecutiva tras la cosechada ... en Arnedo -que cortó ocho jornadas sin vencer- permite a los blanquillos ver a tres puntos la cuarta plaza.
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El Pradejón salió a por todas en La Molineta. En el 14, Garatea devolvió de cabeza el balón a Iker, que cabeceó desde el área pequeña y encontró a Pascual bien posicionado. Le costó minutos al Alfaro recuperar la posesión tras los primeros minutos de empuje pradejonero. Pero no llegaba con peligro. Sólo a balón parado penetraron el área ambos equipos: un córner que cabeceó Urtasun para el Alfaro y una falta lejana, dura, que lanzó el visitante Noe y repelió Pascual.
El Pradejón mostraba más intensidad, más ganas, frente a un Alfaro que no logra encontrar su identidad, que volvió a mostrar su resignación o frustración por su dificultad para encontrar opciones de gol. Las más claras llegaron en el 35 con un centro de Moreno al segundo palo por el que se lanzó Chacón y blocó un defensor, y en el 34 cuando el pase de Urtasun habilitó la entrada de Arturo por el carril central, que se topó con la salida de Tanas.
La segunda parte continuó con un Alfaro denso, que no lograba encontrar el espacio para superar la ordenada defensa del Pradejón. En el 9, Del Puente peleó el rechace de un córner, y su remate lo atrapó Tanas. Con el paso de los minutos y el calor, el Pradejón perdió fuelle físico, lo que no impidió que Noe e Iker buscaran contras.
Con el paso de los minutos, el Alfaro tampoco terminaba de meter una marcha más para abrir huecos. Y el Pradejón lo aprovechó con dos peligrosas contras, como una entrada de Noe por la izquierda en el 32 ó, dos minutos después, al recoger una bola en el pico del área y disparar duro, repeliéndolo Pascual.
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En una llegada más, a nueve minutos del final, Darío puso un centro desde la derecha, cayó el rechace a Urtasun en el área y armó un disparo que entró ajustado al palo. El varapalo del gol dejó al Pradejón sin fuerzas para reaccionar.
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