De Las Gaunas a España

Reguilón es parte del proyecto de futuro de la España futbolística. Todos los jugadores tienen su entrenador fetiche y Reguilón lo ha encontrado en Julen Lopetegui, que también jugó en Las Gaunas. El vasco le dio la alternativa en el Real Madrid, donde tuvo que derribar una gran muro, y no dudó en llevárselo al Sevilla. La temporada pasada estrenó internacionalidad en la Sub'21 y no dudó en subirse a una silla a cantar. Porque Sergio Reguilón tiene desparpajo, como demuestra sobre el césped.

El joven Reguilón no tuvo un comienzo feliz en la UD Logroñés. Carlos Pouso prefería a otros jugadores. Llegaba un chaval de enorme calidad, de gustó por el buen trato al balón y de mente ofensiva, pero en Segunda B esas enormes virtudes pueden llegar a lastrar porque el miedo a cometer un error o a no entender la táctica pensan mucho. Y Sergio apenas jugó. Aun así, es un futbolista que transmite, que contagia a la grada. Tiene carisma. Las Gaunas le despidió con una de las mayores ovaciones que se le recuerdan cuando se supo que regresaba al Real Madrid de la mano de Ramis, su entrenador en el filial. El ascenso de Zidane al primer equipo, para suplir a Rafa Benítez, le abrió las puertas. Y la presencia de Zidane en el primer equipo le ha cerrado las puertas. Prefiere el francés a un paisano cuando tiene en casa a un lateral internacional.

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Reguilón, aquel al que le costó ser titular en la UD Logroñés, seguirá creciendo. Tiene todo para ser uno de los grandes laterales izquierdos del fútbol español. Y puede jugar en la medular. Sobre todo, posee una mente privilegiada, lo que le otorga una enorme ventaja sobre otros jugadores. Y si en el Madrid son inteligentes más allá de jerarquías, le repescarán. De momento, disfruta de su enorme crecimiento.