España gana pero no enamora

No puede negar Luis Enrique que con goleadores como David Villa, Raúl o Fernando Torres, los tres máximos artilleros en la historia de España, la selección «podría ser mejor», pero el técnico asturiano asegura que no cambia el equipo que tiene por una estrella «que marque 30 tantos y condicione todo el aspecto defensivo». «La selección generará ocasiones de gol y estoy encantado con las múltiples posibilidades que me dan diferentes jugadores. Me quedo con lo que tengo antes que tener una sola figura que me condicione», aseguró este viernes el seleccionador nacional. La tercera jornada de la Liga de Naciones la afrontará contra una selección «muy atrevida tanto en ataque como en defensa y muy física que en sus dos partidos anteriores ha merecido bastante más (derrota por 2-1 ante Ucrania y empate 1-1 en casa frente a Alemania)». «Si tuviéramos un jugador de ese perfil (de 'killer') lo disfrutaríamos, pero lo que tenemos es lo que tenemos y yo estoy encantado», insistió Luis Enrique.

«Es un equipo muy físico, que ataca con muchos jugadores y defiende con muchos atrás. Vamos a tener que dar una buena versión para generarles problemas», advirtió Luis Enrique en alusión a la selección helvética, ante la que España necesitará materializar con goles una propuesta para la que trabaja con vistas a la Eurocopa del próximo año, de momento sin una columna vertebral ni un once tipo, porque reconoce que sus convocados y alineaciones irán «en función de lo que vea». Por el momento, lo último que ha podido comprobar en su regreso a la selección es la fulgurante irrupción de Ansu Fati y el poderío de Adama Traoré, un portento como extremo con el que La Roja da un salto más entre sus variantes de ataque.

Luis Enrique reconoce que estas dos perlas del fútbol español, ambos canteranos del Barça, «pueden jugar juntos de titulares, porque no hay jugadores incompatibles», pero aclara que en su planteamiento «nunca habrá una táctica para un jugador, sino para potenciar las individualidades desde una visión colectiva». «Aquí hay una idea colectiva y un objetivo colectivo», proclamó el técnico gijonés, que recomienda a todos los jóvenes de la absoluta «que tengan la humildad y tranquilidad para mejorar día a día». Sería una gran sorpresa que Luis Enrique alinease de inicio a Ansu y Adama en un once que se plantea con Rodrigo como 'falso 9', escoltado por la nueva estrella azulgrana y por otra figura que se ha llevado Pep Guardiola al Manchester City, Ferrán Torres.

A Ansu Fati se le presenta así otra oportunidad para reafirmarse en el ataque de La Roja, después del descaro que mostró en su debut ante Alemania y el récord de jugador más joven en marcar con España, con solo 17 años y 311 días (el día 31 del presente mes cumplirá 18). Luis Enrique estima que «la atención pública que recibió en la primera semana pudo ser un poco excesiva, pero si marcas, haces un penalti y pareces un veterano, también es normal». El seleccionador destaca la «habililidad natural e innata» de Ansu Fati, al igual que la de Adama, «una persona muy sensata, muy cabal y muy madura». Ellos son el futuro, pero también ya protagonistas de un presente ilusionante en una selección que seguirán liderando Sergio Ramos y, hasta que el físico le aguante, Sergio Busquets, «que si mantiene el nivel de los últimos once años será un pilar importante en el Europeo». «El problema es que el retiro queda más cerca, para todos los veteranos. Si mantiene su nivel será 'top', como actualmente, y si no lo mantiene, será el primero que durará lo que dure su rendimiento», dijo respecto a Busquets.

Venció con justicia a una tosca Suiza, suma ya siete puntos en tres partidos y lidera, invicta, su grupo en la Liga de Naciones, pero esta vez

En esa búsqueda que inició desde su regreso al banquillo de La Roja, Luis Enrique le dio una vuelta de tuerca a España en el duelo de anoche. Si en Portugal el técnico asturiano empleó un centro del campo con el brillo de Canales y Ceballos y utilizó a dos arietes como Gerard Moreno y Rodrigo Moreno, aunque ninguno es un '9' clásico, frente a los helvéticos realizó

Tendrá su explicación táctica tras un pormenorizado estudio del adversario, más defensivo que los lusos, con tres centrales y serias dificultades en la salida de balón, pero sorprende un eje del centro del campo

Lo que es innegociable para el técnico español es defender con la zaga adelantada, presionar alto y no dejar respirar a los rivales. Por eso gritó nada más empezar el duelo para exigir a Pau Torres y a Ramos que tirasen la línea hasta el centro del campo. Gracias a esa forma de achuchar a los adversarios desde bien arriba, España encontró el gol, al cuarto de hora de juego. Por la forma de festejar el tanto de Oyarzabal, después de que

Sommer, el veterano portero suizo, es notable con las manos pero muy flojo en el juego con los pies. Y encima se empeña en jugar en corto una y otra vez. Lo hace por orden de Petkovic, el técnico bosnio de origen croata que dirige a los helvéticos, y porque es la moda después de que cambiara la norma en el saque del portero desde el área pequeña. A veces, sin embargo, dicen los clásicos del deporte rey que es mucho mejor no complicarse la vida en zona de máximo riesgo y golpear fuerte a los lados, como toda la vida cuando un guardameta se sentía agobiado.

No combinaba con tanta clase y precisión como ante Portugal, en parte también porque el viento que hacía en Valdebebas era enemigo de los futbolistas, pero esta vez aprovechó su primera ocasión para marcar. Lo hizo, además, poco después de que

La actitud de los protagonistas era positiva pero el partido, muy aburrido. Pudo desbordar muy poco Ansu Fati, aunque pudo ser objeto de un penalti, y casi todo el juego en ataque se cargó por la derecha. Así llegó un centro de Navas y un gran cabezazo de Ferran que desvió Sommer. El valenciano intercambió su posición con Oyarzabal y acabó el período inicial en punta. Seguía dándole vueltas Luis Enrique a

No tardó mucho el gijonés en mover a sus piezas tras la reanudación. Buscó más balón con Canales en lugar de Olmo, ya con muy poco fuelle, y retiró al poco participativo Ansu Fati para reactivar a su equipo con Adama Traoré. Intervino menos que en la capital lusa el delantero catalán de origen maliense, con esos enormes y relucientes músculos por el aceite para bebés que le ponen para dificultar los agarrones.