Los dilemas de Luis de la Fuente

Este viernes, a las 11:30 horas, el que fuera timonel de la sub-21 desde julio de 2018 hasta finales de 2022 escribirá el acta fundacional de su proyecto al frente de la absoluta con la convocatoria para los partidos que la selección española disputará el 25 de marzo ante el combinado escandinavo en el malagueño estadio de La Rosaleda y tres días después frente al bloque británico en el Hampden Park de Glasgow.

Metódico, templado en las formas y alejado del perfil polarizante que ofrecía Luis Enrique, el flamante seleccionador español se proclamó como un «defensor del talento» el pasado 12 de diciembre cuando, tras ser ascendido por Luis Rubiales, remarcó que las puertas estaban abiertas para todos. Una salida diplomática a la interpelación sobre un posible regreso de Sergio Ramos y otras 'vacas sagradas' que le evitaba bajar al barro antes de tiempo. El central sevillano, sin embargo, se dio de bruces con la realidad una vez que el riojano le llamó en febrero para transmitirle que no contaba con sus servicios. Prefiere rodearse de sus propios pretorianos antes que recurrir a un centurión del pasado.

El detalle de la convocatoria de este viernes sigue siendo un enigma, pero hay pistas en la trayectoria de De la Fuente y el bosquejo sobre sus planes que ha ido trazando en los medios de comunicación desde que fuera designado seleccionador. Trabó contacto en las categorías inferiores de España con 16 de los 26 futbolistas que Luis Enrique alistó para la Copa del Mundo celebrada en Catar. Contribuyó a su crecimiento y muchos de ellos tienen perfiles que le seducen especialmente, por lo que una revolución puede darse por descartada. Hay que recordar, además, que Busquets anunció su retirada de la selección el pasado mes de diciembre, pese a que De la Fuente pensaba que el pivote de Badia del Vallès todavía tenía recorrido. El adiós del catalán despoja a la selección de pesos pesados y obliga a correr el escalafón.

Zubimendi y Ceballos tendrán mando en plaza. También Rodrigo adquirirá galones, lejos ya de la alargada sombra de Busquets. Mikel Merino y Fabián Ruiz apuntan a volver, tras perderse la cita catarí. Queda por resolver el destino de Koke y Carlos Soler en la zona ancha, donde nadie discute la continuidad de Pedri y Gavi, pero que podría verse afectada por un cambio de esquema: del 4-3-3 de Lucho al 4-2-3-1 que gusta mucho a De la Fuente.

Unai Simón se ha perdido los últimos partidos del Athletic por lesión, pero en plenitud de facultades parece fijo en la terna de guardametas. Kepa Arrizabalaga cuenta con la confianza de Miguel Ángel España, el entrenador de porteros que va de la mano con De la Fuente e, instalado en la titularidad con el Chelsea, sumará competencia en una demarcación en la que pueden caerse Robert Sánchez o David Raya.

Laporte ha bajado enteros en el City, pero sigue cotizando alto en la selección como jerarca de una defensa en la que hay más dudas que certidumbres. David García puede recibir su primera llamada tras ser sometido a un estricto marcaje por parte de De la Fuente, que también valora las condiciones de Yeray, a la espera de que Le Normand logre la nacionalidad española. Resta por ver si laterales veteranos como Carvajal, Azpilicueta o Jordi Alba retienen su puesto o soplan vientos nuevos con la irrupción de Cucurella, Fran García o Pedro Porro.

En la delantera, Morata fue el único nueve de referencia que se asentó con Luis Enrique, hasta el punto de que el asturiano prefirió coleccionar extremos que pudiesen jugar como falsas puntas de lanza antes que embarcar a otro ariete puro para Catar. Eso cambiará seguramente con De la Fuente, lo que eleva las opciones de Borja Iglesias o Joselu, que mantienen una reñida pugna por el Trofeo Zarra, sin descartar a Abel Ruiz, un habitual con el riojano en la sub-21. Figuras polivalentes como Ferran Torres, Asensio, Oyarzabal o Dani Olmo también serán importantes en la nueva etapa, que mantiene un elemento común con la de Luis Enrique: la intención de De la Fuente es que la selección se comporte como un equipo y no como una colección de cromos.