Dani Olmo, el debutante de Robert Moreno forjado en el fútbol croata

Cuando era apenas un adolescente de 16 años, Olmo tomó una arriesgada decisión y dejó la cantera del Barça, en la que había llegado a ser parte del juvenil B. Cambió el exigente fútbol formativo azulgrana por el del Dinamo de Zagreb. El futbolista de Terrassa, formado en el club de su localidad natal antes de pasar por el Espanyol y desembarcar en La Masia, tenía varias ofertas del poderoso fútbol inglés, pero acabó seducido por el club más laureado de Croacia, que le ofreció un plan para ser parte de los entrenamientos del primer equipo desde el primer día y acelerar así su desarrollo como jugador.

Lo que podía parecer un paso atrás, ha acabado por convertirse en una decisión acertada. A veces es mejor tomar un camino tortuoso pero que conduce al éxito y no uno recto y limpio pero que acaba en la nada. De eso sabe Olmo, que para sorpresa general, asegura que llegar a la selección española era uno de sus objetivos cuando hizo las maletas rumbo a la capital croata. «Con trabajo y dedicación todo se consigue», señala uno de los pesos pesados de la selección sub-21 que se proclamó campeona de Europa en Italia el pasado verano. El triunfo con La Rojita ha sido junto a esta edición de la Champions, en la que Dani Olmo está destacando con un gol y una asistencia en un Dinamo con opciones de clasificación para octavos, el escaparate definitivo que ha convencido a Robert Moreno.

Cesc Fàbregas había sido el último futbolista en recibir la llamada de la selección sin haber pasado por el fútbol español de élite, pero lo hizo siendo futbolista del Arsenal de Arsène Wenger, uno de los grandes de la Premier League inglesa, que poco tiene que ver con la modesta liga croata, un campeonato que el Dinamo ha dominado con puño de hierro en los últimos años. De hecho, Olmo ha pegado tan fuerte en el fútbol del país balcánico que despertó el interés de la selección ajedrezada, actual subcampeona del mundo, en contar con sus servicios, un extremo que el propio jugador, que posee el pasaporte croata, descartó ante su firme intención de jugar con España.

«Entrar en una lista de la selección siempre es difícil independientemente del club en el que se juegue», asegura Olmo, que llega al combinado nacional dispuesto a aportar «juventud, ilusión y muchas ganas» y que dice «sentirse acogido con los brazos abiertos» por el grupo. El momento para llegar a la absoluta parece inmejorable, pues Moreno trabaja ya con un grupo centrado en la Eurocopa. «Aún queda un poco lejos y yo trabajo día a día para dar lo mejor de mí y tener una oportunidad. Robert Moreno me ha pedido que sea yo y que haga lo que he hecho hasta ahora en mi club y en la sub-21», advierte el jugador, que se muestra prudente y hace gala de esa paciencia que le ha permitido alcanzar el éxito por la vía larga, un proceso en el que han sido fundamentales sus padres, que viven junto a él en Zagreb y han ejercido de arquitectos de su cuidado proceso de maduración personal y profesional.

Ahora, como internacional absoluto y brillando en la Champions, las puertas de las grandes ligas europeas se presentan abiertas de par en par y parece cuestión de tiempo que Olmo firme por un club de mayor entidad, pero fiel a su estilo, prefiere seguir paso a paso, deja en manos de sus representantes cualquier movimiento y se centra en debutar con España y prestar quién sabe si sus últimos servicios al Dinamo, el club que le ha permitido llegar hasta aquí.